Las personas se parecen a los árboles. Para saber la edad que tiene un árbol sólo necesitas contar los anillos que tiene en el tronco, y para saber la edad de una persona te basta con medir el brillo que tiene en los ojos. Y me da rabia, no debería ser así.
Cada vez duermo más y sueño menos, cada vez la gente tiene menos ganas de comerse el mundo, y cada vez quiero rendirme antes. ¡Los años, los daños, ya no sé como llamarlo, afectan a todos! Pero yo intento ser más fuerte.
El mundo te envejece pronto hoy en día, pero las ilusiones y sueños te pueden mantener aún joven.
ResponderEliminarBesos dulces para tu noche.
No debemos rendirnos, ni abandonar las ilusiones ni dejar que nuestros sueños se duerman. Un abrazo
ResponderEliminarRendirse: nunca!.
ResponderEliminarSi no puedes soñar dormida prueba a soñar despierta, siempre encontrarás algo en la vida por lo que merezca la pena seguir adelante.
Un abrazo.
No había pensado en eso Marylin, pero a veces hay jóvenes con poco brillo y personas mayores con mucho brillo. Pienso que ese brillo está en el corazón. Me encanta cómo escribes. Un beso y buen fin de semana amiga.
ResponderEliminar@PepeLasala
Sé fuerte , vale la pena seguir y trata de ser felíz . Besos
ResponderEliminar