Aquí estoy yo, sentada en este puente esperando a que vuelvas.

Hoy me siento vacía, nuestros caminos hoy dijeron adiós, tu ya no estas, todo nuestro amor se desvaneció en el túnel del silencio, y aquí estoy yo, sentada en este puente esperando a que vuelvas.

 Esperando volver a escuchar uno de tus te amo, esperando a que me digas ven conmigo, esperando volver a ser tu princesa, esperándote a ti.

 Mis ojos cubiertos de una espesa capa de lágrimas recuerda como fue el sabor de tu ultimo beso, y no puedo evitar el sentirte cerca otra vez, el sentir que sigues siendo mío... pero no es así, tu ya no estás.

La vida es como una serie de Netflix, solo que con 80 ó 90 temporadas. La gente va y viene según las temporadas.

 La vida es como una serie de Netflix, solo que con 80 ó 90 temporadas. La gente va y viene según las temporadas. Hay veces que quizás el creador considera que la serie se está volviendo monótona o aburrida y le da un giro de 180º. Por eso es que en la vida no puede ir siempre todo bien, porque sino... pierde audiencia. 

 El protagonista tiene que reír, pero también llorar, enamorarse, pero también que le rompan el corazón. Y la gente irá y vendrá como esos personajes de ciencia ficción. Y algunas temporadas serán mejor que otras. Así de simple y complicada es esta vida.

Las personas que amamos, se quedan grabadas en las paredes de nuestra alma.

Las personas que amamos, se quedan grabadas en las paredes de nuestra alma. Allí dónde nadie puede borrar su nombre y el tiempo no destruye nada.

Las personas que importan, están ahí junto a nosotros, siempre, incluso cuándo la distancia los mantiene separados, están ahí, mas presentes que nunca.

En ese lugar dónde no existe un "no puedo" y nada está prohibido. Dónde está el amor, donde vive la magia, porque es lo mejor que tenemos.

Y tu estás ahí, como un regalo precioso, en ese lugar sagrado que se llama alma, dónde todo es aire puro.