Quiero que al morir el mundo diga.... ahí va una gran mujer. Siempre trate de dar lo mejor de mi. Ayude a tos los que podía, pero las personas siempre esperan más. Nunca es suficiente.
Sigo siendo la misma, haciendo las mismas cosas y teniendo los mismos gustos y puntos de vista. Yo no cambié, simplemente dejé de ser ciega, sorda y muda. Quise responder sutilmente y con calma. Me dieron ganas de decir ¡ basta! y no lo dudé, pero no cambié. -Créditos al Autor-