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Algún día todas las sonrisas le ganaran el pulso al dolor.
Y eres consciente de que hay respuestas que quizá deban cambiarse. Que te equivocaste. Es preciso partir para volver a encontrar el camino. Y dice el corazón que no, que me equivoco, que fuimos felices juntos.
Me coge por un brazo, me lo aprieta con fuerza, porque cuando alguien a quien quieres se te va, intentas detenerlo con las manos, con la mente, con todo tu cuerpo.
Callé tantos -TE QUIEROS-, que por miedo o inseguridad se quedaron en el aire.
Regalé bastantes "te quiero" simplemente por cumplir, muchas veces me desperté con ganas de comerme al mundo y otras me parece que el mundo me comía a mí, grité con fuerza pero mi voz nunca salía. Callé verdades por no hacer daño. Salí de fiesta sin ganas, y volví con los tacones rotos de tanto bailar. Hay días que dormía solo para poder verte en mis sueños y días en los que no podía dormir pensando que a la mañana siguiente te tendría a mi lado.
Fui una niña inmadura e insensible y madure a base de palos. Creí en lo imposible hasta que se destrozaron mis metas, abrace a la persona que pensé que nunca me haría daño y me di cuenta de que esa persona no se merecía ni el roce de mi piel.
Canté en la ducha hasta que mi garganta no podía más. Hubo días que me sentía preciosa y otros que no quería ni mirarme al espejo. Disfruté de pequeños detalles, y aprendí poco a poco en qué consiste la vida... El secreto de la vida está en no arrepentirse de nada y afrontar todo con una sonrisa, el secreto de la vida está en vivirla.
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