Nos proporcionan un sentido privado y continuo del yo. Cambiar de memoria es cambiar de identidad. Aunque no son esenciales para la supervivencia, enriquecen nuestra vida cotidiana. Somos la suma de nuestros recuerdos.
Si perdemos la memoria, quedamos a la deriva en un mundo ajeno. Tengo un montón de recuerdos que me gustaría poder borrar y un montón de recuerdos que me gustaría poder volver a vivir.
Yo sin recuerdos, sin memoria, simplemente no existo.
ResponderEliminarDulce beso.