- Un día para llorar, para gritar, para odiar y querer al mundo a la vez, para desahogar todas esas cosas que dejamos en nuestra cajita de seguridad sólo por si acaso.
- Para pensar en lo que ya no está y en todo lo que hemos conseguido. En que mañana el parte sigue dando tormentas pero por el corazón no pasa ni una sola gotera.
- Un día para coger todo el aire que podamos y respirar muy muy profundo, para preparar cada pequeño cambio en nuestra vida. Y no sé hacia donde voy, nunca lo sé. Lo que sí sé es con quien quiero ir. También sé que una sonrisa robada por alguien en el momento justo puede salvar un mal día. Que las cosas también pueden estar destinadas a salir bien.
- A veces tenemos que aceptar que hay gente que se queda en nuestro corazón aunque no se quede en nuestra vida.
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De vez en cuando necesitamos un día...
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Hola Marylin, leo tus palabras llenas de tristeza, la verdad es que la vida se está poniendo difícil, pero no podemos dejar que nos invada la soledad y la melancolía.
ResponderEliminarLos días son diferentes, y hay algunos que parece que jamás se terminaran aun teniendo veinticuatro horas igual que los buenos que parece que tienen la mitad, yo te animo a seguir caminos diferentes cada día, y que nadie ni nada te impida avanzar en tus metas. Te mando mi cariño. Un beso.
Dos verdades, "Que las cosas también pueden estar destinadas a salir bien" y "A veces tenemos que aceptar que hay gente que se queda en nuestro corazón aunque no se quede en nuestra vida."
ResponderEliminarDulce beso.
La vida es como un guion al que le vamos poniendo capitulos, y el final... quien sabe?
ResponderEliminarBesos y se feliz!
Me parece bien... pero ¿ cuando vas a escoger un día PARA SOÑAR?
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