¡Tengo ansiedad por sacarme de encima la soledad a cualquier precio.!

Es muy duro ver en cada persona un amor, porque lo más probable es que se elija el amor equivocado. La forma de bajar los niveles de ansiedad por encontrar al amor de la vida, "Es encontrar en la vida un amor propio".

Si no tengo paz y felicidad en mi vida propia, tendré ansiedad por sacarme de encima la soledad a cualquier precio. Y veré en cada cara sólo una posibilidad, perdiéndome la riqueza de mi propia vida."Nadie me llena", y es tal vez porque estoy buscando una pepita de oro en el lugar equivocado.

Frase que me hace reflexionar: "¡Quien no sabe lo que busca, no comprende lo que encuentra.!" -Claude Bernard

¡Jamás me llores por caprichos.!

Sufre el que jamás perdió y está perdido, es tan fácil encontrarse que se busca donde no se está. Sufrir por amor es tener demasiado, porque hay quien sufre por la pérdida de un hijo, la silla que rueda sin esperanza abrazando un cuerpo, la madre en el hospital esperando el final, el que siendo inocente vive preso y hasta el amante, el amante que no tuvo oportunidad de dar un beso. 

Ámame a mi.

 ¡Jamás me llores por caprichos.!

Si un día a las tres de la madrugada tienes ganas de dar los buenos días, no esperes a que amanezca.

La vida es frágil. Irrumpe, nos bandea de un lado a otro, nos acerca y nos separa. Nos atrapa, nos aísla. Nos sorprende, nos conquista, nos convence. Y, algunas veces, y sin previo aviso, nos golpea con violencia y de forma inesperada desaparece.

A nuestro lado, surge entonces, el silencio, el vacío. Las palabras se ahogan en la desesperación; porque el dolor busca ser compartido pero no quiere ser aliviado. Y la convulsión transforma el ahora en el ayer, y el mañana en agonía. No sabemos esquivarlo, no podemos ignorarlo y no queremos aceptarlo.

Por eso, si un día a las tres de la madrugada tienes ganas de dar los buenos días, no esperes a que amanezca. Si una noche el teléfono te despierta, no dejes de contestarlo. No renuncies a un paseo porque esté lloviendo, a encender un fuego porque sea verano o a un momento porque haga frío. 

Porque no hay nunca un instante mejor que el ahora, ni un tiempo más cierto que el presente. Y ahora, estamos, aquí. Y hoy, el cielo se puede convertir en lágrimas.