Cuando pensabas que no estaba mirando colgaste mi primer dibujo en el refrigerador y eso me hizo querer pintar otro. Cuando pensabas que no estaba mirando alimentaste a un gato callejero y aprendí a ser amable con los animales.
Cuando pensabas que no estaba mirando horneaste una torta de cumpleaños para mí y supe que las pequeñas cosas son las cosas importantes. Cuando pensabas que no estaba mirando hiciste una oración y descubrí que siempre habrá un Dios con quien puedo conversar.
Cuando pensabas que no estaba mirando me diste un beso de buenas noches y me sentí amada. Cuando pensabas que no estaba mirando vi algunas lágrimas salir de tus ojos y supe que algunas cosas son dolorosas – pero no hay nada de malo en llorar.
Cuando pensabas que no estaba mirando me sonreíste y me sentí hermosa. Cuando pensabas que no estaba mirando – Miré… Y te quiero dar las gracias por todo lo que has hecho cuando pensabas que no estaba mirando.
-Paulo Coelho.
Precioso texto, con el recordamos a las madres y nuestra infancia. Un abrazo grande
ResponderEliminarEstupendo, amiga. Gracias por compartírnoslo.
ResponderEliminarAbrazos