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Hay que recordar que la vida tiene dos caras, una de mucha felicidad y la otra de mucha soledad.


Hay que recordar que la vida tiene dos caras, una de mucha felicidad y la otra de mucha soledad.


 Hay que recordar que la vida tiene dos caras, una de mucha felicidad y la otra de mucha soledad. Es importante que siempre sepamos cuidar a los amigos y no olvidarlos en los momentos en los que todo nos sale bien.

 Nadie quiere que lleguen esos días tristes, pero llegan, son inevitables. Hay que vivir la alegría pero sin olvidarnos de los que siempre han estado a nuestro lado tanto en lo bueno como lo malo.

 No permitas que cuando hay alegría en tu vida, tus seres queridos se conviertan en espectadores que te ven alejarte de ellos feliz por lo que estás viviendo.

Vivimos en un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar.

 

Vivimos en un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar.


Vivimos en un mundo donde cada vez hay menos margen para soñar. Llevar una vida intrascendente es tan sencillo como dejarse arrastrar por la rutina y aceptar que de nuestra existencia no hay que esperar grandes cosas. A no ser que un día, cansados de tanta mediocridad, nazca en nosotros el imperioso deseo de convertir en realidad todos aquellos sueños que se vieron truncados cuando alguien nos convenció de que la vida no era como la imaginábamos ni tan bonita.

Ha pasado el tiempo y no recuerdo en que momento te comencé a olvidar.


Ha pasado el tiempo y no recuerdo en que momento te comencé a olvidar.




Ha pasado el tiempo y no recuerdo en que momento te comencé a olvidar. No recuerdo aquellos momentos, en que eras todo para mí, y que daba mi vida por ti. No fué uno ni dos, fueron 10 años que sufrí y es triste saber que ya no eres nada para mí.
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Aquellos días, cuando el tan solo verte, apaciguaba las ansias, que me carcomían poco a poco. Sin embargo, un día te alejaste, y dejaste todo, por un pobre sueño loco. Mi vida no era vida, pues tu vida era mi vida, y al dejarme, me dejaste sin salida. Tuve cien tropiezos, cometí muchos errores por querer satisfacer y llenar ese vacío que dejaste al irte; pero no lograba nada, tan solo lastimarme y humillarme.

Un día conocí a una persona que me extendió la mano y me dijo ven conmigo que quiero ser tu amigo.
No tenía que perder y fuí con el sin saber, que ese día mi vida cambiaría, y que todo se renovaría. Ahora estoy tranquila puedo vivir en paz y ya no hago daño a los demás.

Quiero encontrar un amor, de nuevo comenzar y aprender lo que es Amar. Ha pasado el tiempo y no recuerdo en que momento te comencé a olvidar.