A veces es mas fácil expresar penas que alegrías... o es que las alegrías son pocas y nos convertimos en musa con lápiz. "Escribir me lleva donde mis sueños habitan donde el tiempo no existe."
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Eso es cierto, yo creo porque la alegría sólo la vives y disfrutas, las penas se digieren lentamente.
ResponderEliminarMás besos para endulzar tu noche.
Yo creo que escribimos más cuando estamos tristes porque nos quedamos a reflexionar y nos pesa más. Además la hoja donde apuntamos nuestros sentimientos puede ser nuestra mejor amiga en ese momento; cuando estamos felices solamente vivimos esa sensación y no hace tanta falta dejarla escrita en algún lugar, sino solamente en el corazón. Un abrazo.
ResponderEliminarSi, estoy totalmente contigo.Es facil escribir las penas del alma.Cuando somos felices no tenemos tiempo para hacerlo.Nos dedicamos a disfrutarlo.El dolor es mas intenso y da mucho mas juego, ademas de que tenemos mas tiempo y necesitamos soltarlo.que tengas un bonito dia cielo.besitos
ResponderEliminarVerdade... a tristeza insiste em querer nos levar pra baixo, mas algo dentro de nós nos faz escrever e com isso conseguimos superar as lágrimas. Bjsss!
ResponderEliminarCuando estás contenta te dedicas a disfrutar y no sientes la necesidad de contar nada, solo vivirlo. En el teatro dicen que es mucho más fácil hacer reír que hacer llorar, no se tiene relación. Abrazos
ResponderEliminarHay días como hoy que el vacío es tan hondo, que mis ojos pierden su brillo, que la angustia invade mis pensamientos, y que me preguntó si la vida tiene algún sentido, más no logró comprender como fue posible llegar a este punto. En que minuto la vida dio este giro con brusco, tan inesperado, como es posible manentener las ganas de vivir, como volver a enseñarle a mi rostro sonreír, como olvidar los fantasmas del paso, como sanar este corazón roto, porque tu partida me dejo tan sola, será posible volverme amar, porque si no soy capaz de que alguien me ame como podría hacerlo yo?
ResponderEliminarQuisiera de verdad no sentir, pero no sentir nada, ni un abrazo tibio, ni la fresca lluvia en mi cara, extraño reír hasta sentir que pierdo el control, extraño el olor de su piel, extraño todo y a la vez nada