Mi primera hija con sus amigas, la segunda se me mudo a Atlanta, Georgia esa esta justificada y mi hijo en sus campeonatos. Mire a mi alrededor y me sentí sola, sola como siempre. De pronto ya casi a la hora de acostarme recibo mi primera llamada.
Te imaginas quien fue? Mi primer esposo padre de mis hijas, el barón es del segundo matrimonio. Me trajo tanta alegría porque aun todavía no olvida cuantas veces celebramos este día juntos.
Esta noche voy a celebrar la víspera de mi cumple sola y con un trago de vodka. Y me recuerda esa famosa frase de Frida Khalo: “Quise ahogar las penas en alcohol, pero las condenadas aprendieron a nadar”