Henry David escribió: “No es hasta que estamos perdidos que comenzamos a comprendernos a nosotros mismos”.
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El amor es como el agua que corre; si intentas retenerla se te escurre entre las manos.
Cabe la posibilidad de que nunca llegues a saber a ciencia cierta por qué se fue, por qué tomó la decisión de separarse de ti, debido a que muchas veces ni la otra persona sabe bien a bien qué fue lo que la impulsó a tomar un camino diferente. Esa tarea de escudriñar en su interior es responsabilidad y asunto de ella, y puede llevarle años o la vida entera. ¿Para qué te tomas tú la molestia de andar interpretando lo que a ella a lo mejor ni le interese desentrañar? ¿Vas a dedicarle tu tiempo, tu valioso tiempo a un acertijo que tal vez no tenga solución? Eso es como meterte en un laberinto que sólo te alejará más y más de tu meta, de tu recuperación.
¿Qué hacer para no sufrir?
El primer paso para dejar de sufrir es entender por qué se sufre. Al respecto no he encontrado explicación más clara y efectiva que la que aporta Carlos G. Vallés, cuyos libros constituyen mi terapia favorita. Vallés es un sacerdote jesuita español que ha vivido muchos años en la India y ha conocido profundamente el pensamiento oriental, del que deriva enseñanzas aplicables a todo ser humano, independientemente de su procedencia, raza, religión y cultura. Siguiendo el pensamiento de Vallés, sufro porque yo me hago sufrir; sufro cuando me opongo a la realidad. Y la raíz de este sufrimiento es el apego.
Apegarse a alguien significa creer erróneamente que sin ella no podemos vivir, que nos es indispensable e imprescindible. El apego es nublar el pensamiento y obsesionarse, es estar atado, estar preso y querer apresar, es depender y aferrarse, es perder la libertad. Apegarse no es amar. El amor es como el agua que corre; si intentas retenerla se te escurre entre las manos.
Particularmente útil me ha sido un proverbio japonés que leí en uno de sus libros: "Si las entiendes, las cosas son lo que son; y si no las entiendes... las cosas son lo que son". Así que de todas maneras la realidad manda. Si te adaptas a ella, todo será más fácil; si te opones, la única que sale perdiendo eres tú, porque es como estrellarte contra una roca. (Creo que necesito leerme esto a diario)
Aquellos que nos juzgan más duramente son los que nunca se atrevieron a moverse.
La diferencia entre alguien que te dice la verdad y alguien que te juzga cuando fallas, Es que las palabras del segundo vienen de la frustración, no del aprecio o la solidaridad.
No hay que temer empezar algo nuevo si lo que se teme es el juicio de los demás, porque corremos el riesgo de convertirnos en aquellos que nos juzgan.
Hay momentos en la vida en que una sola decisión, en un sólo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas...
Algunas de ellas es cuando decides disparar a alguien, cuando decides quererlo o no quererlo... Cuando decides echar para adelante.
Cuando decides mentir, traicionar, ocultar o cruzar la línea que no debes. Esa décima de segundo podrá hacer girar todo al lado oscuro o llenarlo de luz...
Podrá hacer de ti un héroe o un criminal... Podrá llevarte al cielo o al infierno, Pero siempre será un lugar desde el cual no podrás volver atrás...
La vida está llena de decisiones, tu eliges. Un sólo instante, cambia irremediablemente el curso de las cosas.
Mirar a un punto fijo en silencio y visualizar ahí todas tus esperanzas y todos tus sueños.
Si quieres algo, ponle empeño y no te rindas nunca. El que la sigue la consigue.
Así que decidí empezar a contactar amigos, escribí en Facebook, Myspace, Google Plus, Mewe, twitter, blogger y otras redes sociales. Mande mensajes de textos a mis amistades. finalmente apareció lo que buscaba.
" El que la sigue la consigue. " Es muy cierta la frase. Perseverancia, es la actitud de ser firme en alcanzar un objetivo. Si quieres algo, ponle empeño y no te rindas nunca.
Siempre hay cosas por las que vale la pena seguir soñando.
La vida es como tú la quieras hacer, nada es fácil, siempre nos encontramos con nuevos retos, y cada día es una aventura. La vida muchas veces nos golpea tan fuertemente que hasta nos cuesta abrir los ojos por la mañana, pero en nosotros mismos está el poder hacer de nuestra vida algo bonito u optar por no revertir las cosas que nos salen mal. Siempre hay cosas por las que vale la pena seguir soñando. No podemos ser felices de un momento a otro, tenemos que construirla con tiempo esfuerzo y paciencia. Total y absolutamente feliz, no lo seremos. Siempre hay cosas que nos llevan a sentirnos infelices, y a veces son difíciles de explicar. La vida cambia cuando cambian nuestros pensamientos.
Soy de las que ríen, llora, corre, de las que cantan aunque desafinen, de las que se emocionan, de las que se ilusionan, de las que se enamoran.
Me río de quien vive por sí mismo y no piensa en nadie más.
Me río de quien vive por sí mismo y no piensa en nadie más, de quien cree tener derecho a ser mejor que los demás. Hay personas que te hacen pensar que no quieres, no puedes, no vales, cuando sí quieres, sí puedes y sí vales.
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