Suelo preguntarme cómo puede ser que un simple cigarro sea fuente de una inspiración desaparecida. De dónde salen las palabras cuando no hay sentimientos solo páginas blancas que rellenar.
Se cierran las flores con el sol del crepúsculo, rayos naranjas que tiñen un paisaje cargado de descuidos. No hay nada, ni siquiera sombras que asustan. Estoy sola, y aún así desearía ser invisible, una simple espía sin palabras que gritar, sin gritos que esconder.
Llegó el otoño , es como un lapicero lleno de colores grises, pero yo, me resisto a él, con mi bolígrafo azul; pintandolo todo de tristeza.
El frío en un corazón que se niega a latir por falta de sentimientos. No hacen falta nubes para que oscurezca, solamente las palabras de un alma en pena.
No estoy triste, tampoco me siento feliz, pero me siento vacía, e intento llenarme con caladas de humo peligroso, que me ennegrece por dentro y me calma las ansias.
Ansias de algo que no tengo, ansío tan sólo una larga velada: Con velas, con besos, con caricias, con miradas, con risas sin lágrimas. No se si soy yo la que escribe oh el eclipse de luna que me puso romántica.