Yo seguiré siendo el reflejo de mi pasado que me mantiene atormentada. Dueña de un amor que escondía y esclava de tus palabras, donde la valentía es utopía disfrazando la apariencia y ocultando la esencia.
Cambiaste codicia por vivir eliminando aquella “soledad” que rompía tu recuerdo. Renunciando a quererme por temerme. Y tu remplazándome con otra en las noches, para calmar tu ira, porque siempre soy y seré, tu más grande cobardía.