Mis acciones serán mi karma, no me preocupo demasiado. ¿No es cierto que vivimos para encontrar la felicidad? La constante búsqueda de esa felicidad efímera, que al parecer no existe. Sólo un segundo y la vida cambia. Sólo un evento basta para que todos tus planes se destruyan -o se construyan. Es ése segundo...
Es simplemente cualquier segundo en el cual te miras al espejo; esa persona a la cual te enfrentas se siente más decidida y segura que de costumbre; esa persona sabe exactamente lo que quiere y cómo conseguirlo; esa persona que te observa sabe cuál es su valor y lo que se merece; esa persona que se presenta ante tí sabe exactamente cómo caer y levantarse con o sin ayuda; esa persona que jamás será conformista, sin embargo sabes que dentro de su fortaleza e independencia también hay flexibilidad y comprensión para con los demás.
No tengo miedo a ser yo. No tengo miedo a los cambios. No tengo miedo a tomar riesgos. No tengo miedo a ser feliz. No tengo miedo a vivir. Estoy viviendo al máximo y no tengo palabras para describir cuánto me lo disfruto. Vivo la vida. Mi vida. Cualquier segundo puede ser ese segundo donde realices que tienes tanto por vivir, que una vida no es suficiente.