Hasta la persona que menos te esperas tiene complejos e inseguridades, lo que ocurre es que cada uno lo esconde a su manera, y aunque alguien parezca la persona más segura del mundo, nunca hay que creérselo, todos tenemos complejos y miedos, aunque algunos parezcan más seguros o felices que otros, hay que recordar que es un caparazón, y que bajo toda esa gran capa de superficialidad, hay una pequeña persona, deseando que la abracen y le aparten los miedos de un manotazo.
Porque el miedo no tendría sentido si no conociéramos el éxtasis de la felicidad, la alegría.. y todas esas cosas que hacen que el miedo, los complejos y las pesadillas carezcan de significado. Por eso, no te ciegues con tus problemas, no te martirices, no te acomplejes más de la cuenta, porque somos personas y todos vamos en el mismo saco. Lo importante es aprender a quererse y valorarse, hasta darse cuenta de que esos complejos apenas tienen sentido y aprendamos a reírnos de ellos.