Este es un tema delicado amigas, pero conveniente de exponerlo y quizá,
por el cual, muchas mujeres se escandalizaron siquiera
mencionarlo, pero algunas otras que abandonadas en su propia soledad y desamparo emocional, se atreven a probar suerte o a buscar aventuras a la deriva de cualquier circunstancia, incluso con personas que ni siquiera conocen personalmente sin medir consecuencias. Y así le dicen a cualquier desconocido "No puedo sacarte de mi cabeza."
Un día cualquiera estas mujeres se deciden a ingresar a fríos e impersonales chats públicos, donde impera la osadía más atroz, la majadería y el desorden psicológico de cualquiera, como si fuera un mercado de intercambio de emociones fuertes a cualquier precio, e incluso hasta gratis.
Tan pronto alguien les aborda: “hola preciosa”, contestan inmediatamente a tal “halago traicionero”, sin siquiera imaginar lo que les espera. Se entabla la comunicación en el mejor de los términos con las preguntas de rigor: De dónde eres?, ¿qué edad tienes?, ¿a qué te dedicas? ¿eres casada, soltera, viuda, separada, divorciada o qué?– Huy, dan un brinco de emoción estas mujeres, pensando que ya flecharon y que tal vez hasta les propongan matrimonio – Sigue el cortejo y galanteo deliberado de parte y parte, hasta que llegan a la parte culminante y más emocionante de la conversación:
“Dame tu teléfono, hablaremos más a gusto”, y sin pensarlo dos veces, aquella solitaria y ansiosa mujer suelta toda la sopa de números enseguida a la hora que sea y desde donde sea, o a quien sea.
Suena el teléfono más que inmediatamente y empieza el intercambio de adulaciones. De pronto todo el mundo de soledad de aquella pobre ilusa, cambia como por arte de magia, pensando que hasta se sacó la lotería sin comprar cachito, para terminar entregándose en caricias íntimas a aquel perfecto desconocido, y en algunas ocasiones, para ya nunca volver a saber de él jamás.
¿Y qué decir del amigo o compañero, vecino o simplemente conocido que pretende lo mismo vía telefónica, y algunos lo logran con bastante éxito no sólo la primera vez, sino en repetidas ocasiones?
Pero yo me pregunto: ¿Sexo por teléfono?, motivos, causas, circunstancias o lo que sea… ¿no resulta para tal caso lo mismo, un insulto a la integridad de la mujer?
¿Cómo es posible que una mujer se preste a tales bajezas?
Algunas lo hacen por amor con su pareja en la distancia, otras porque son casadas y no pueden reunirse con el oportunista en turno, otras por satisfacer instintos, otras por vergüenza de hacerlo personalmente, otras porque les gustan las relaciones ocasionales en secreto absoluto, y otras que se dedican hasta a vender sexo profesionalmente por teléfono mediante las famosas compañías de “online sexo shop”…
¡Qué horror! ¿pero qué les pasa por Dios!
¿Hasta dónde se ha denigrado la mujer hoy día?
Y me sigo preguntando: ¿Es prudente, conveniente y digno de una mujer decente, este tipo de relaciones por teléfono? ¿y por Internet?, también se dan millones de casos de éste tipo, en que ambos, hombre y mujer terminan abrazando su computadora, o besando el micrófono, retorciéndose de las ganas frente a ella y hasta casi adorando su propio teclado, desnudándose frente a la camarita para que al otro se le alteren sus hormonas, y algunos (no todos), por supuesto no les satisface ya la cámara y terminan pidiendo el teléfono de la mujer, para culminar en verdaderas orgías a través de los cables y redes… ¡que degenere y qué asco!
¿Sería conveniente amigas queridas que tratemos sanamente éste tema? ¿qué les parece? ¿qué opinan ustedes de las relaciones sexuales por teléfono o por Internet? ¿será que a algunas les parece muy sano éste tipo de actividades? ¿justo, prudente y digno de una mujer?
Por favor y con todo respeto, fuera miedos para expresarse amigas: Quiero aclarar que esto es algo tomado de la red y no significa que tenga que ver con mi opinión personal . ¿Ustedes qué opinan al respecto?