Las lágrimas pueden ser un verdadero bálsamo para el alma. Llorar es de hombres y mujeres, y el mejor alivio después de un problema o alegría. No interrumpas lo que tu cuerpo quiere hacer. "Llora? No te avergüences.
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!Llora! No te avergüences.
Tengo nostalgia de esos tiempos en que todo era distinto, nostalgia de esos días diferentes y mágicos.
¿Por qué a veces ir en busca de las cosas bonitas son tan difíciles? ¿Por qué he de quedarme esperando? ¿Por qué tengo que perderme las locuras de la vida que desactivan la razón y agudizan sentimientos que se creían perdidos?
Tengo ganas de llorar y no puedo, ese nudo en el estómago y la mudez que se ha posado en mi garganta me indican que, ante la primera lágrima, no habrá marcha atrás. Será por eso que necesito varios segundos para derramar la primera y horas, muchas horas para que mis ojos se cansen y digan: "basta".
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores de la primavera.
Tenemos para gozar la nieve del invierno y las flores 🌼de la primavera,
el chocolate de la Perusa, la baguette francesa, los tacos mexicanos,
el vino chileno, los mares y los ríos, el fútbol de los brasileros,
Las Mil y Una Noches, la Divina Comedia, el Quijote, el Pedro Páramo,
los boleros de Manzanero y las poesías de Whitman, Mäiller,
Mozart, Chopin, Beethoven, Caraballo, Rembrandt, Velásquez,
Picasso y Tamayo, entre tantas maravillas.
¡A vivir se ha dicho! Y ¡Menos quejas! ¿No crees?.
Tengo ganas de un abrazo de sofá.
Tengo ganas de un abrazo de sofá. De esos que duran horas mientras se charla bajito. Si, de esos en los que el tiempo parece no pasar y te sientes rodeada de una burbuja protectora. Quiero cerrar los ojos … y no sentir nada más que un pecho cálido y unos brazos que me quieren abrazar.... "Abrázame."
Buenos días ya es Jueves.🌞 Mira las cosas de otro color. Al Fin y al Cabo, No es tan difícil.
Es verdad que se puede ser feliz, conseguir los propósitos de la vida, cumplir cada uno de tus deseos, reír por cada tontería como si dependieras de ello.
Levantarte cada mañana y pensar que vas a hacer lo que sea porque ese sea el mejor día de tu vida. Y cuando lo consigas, al día siguiente igual.
Sacarle una sonrisa a los demás y otra a ti mismo. Ver las cosas de otro color, como si fuesen mejor de lo que son.
Buenos días ya es Jueves. Mira las cosas de otro color. Al Fin y al Cabo, No es tan difícil.
No hay finales felices, pero si sigo soñando con uno.
Me he asfixiado muchas veces, o he creído estarlo, pero finalmente mi capacidad de sobrevivir es más fuerte. Continúo viviendo, por costumbre, por falta de innovación, por inercia por seguir creyendo en el amor pero aun vivo. No sé si algún día esto cambie, por ahora me revuelco en mis propios fallidos intentos de alzarme, de caerme y levantarme.
Estoy bien, o pretendo estarlo. No soy todo lo que quisiera ser, pero eso es sólo otro detalle de los tantos que hoy decoran mi vida, de la colección de malos detalles, de malos momentos, de malos respiro de felicidad esfumada.
Y es así, una y otra vez, no hay espacios para detenerse en este remolino que a veces me parece la vida es cierto, no hay finales felices, pero si sigo soñando con uno. Sólo seguiré creyendo tal vez ilusamente en la felicidad, en un segundo de duración y en una luz que logre esclarecer mis grises días y dudas.
Te invito a descubrir cosas nuevas: reír, reír y reír, hasta no poder más.
Contar un secreto, saltar de alegría, enviar una carta 📝, soplar las velas cada vez que cumples años, sonreír a alguien, llorar, abrazar y ayudar.
Te invito a que disfrutes conmigo de cada uno de estos momento y muchos otros.
Hay noches en las que me da por desviar la mirada a la luna y querer que tú me eches de menos.
Y alguien; el lugar, las esperanzas, todo lo que pusiste en ello: las ganas, las ilusiones, todo. A veces siento que estoy en una caída en un abismo sin fondo y que tú no vendrás a salvarme; a veces siento que estoy por volverme cuerdo y que tú no vendrás a sacarme a bailar.👫
Escrito por Benjamín Griss.
Si pudiera despertar tus sentimientos, esos que se quedaron dormidos aquella última vez que hicimos el amor.
Si pudiera despertar tus sentimientos, esos que se quedaron dormidos aquella última vez que hicimos el amor. Si pudiera olvidar por ti tus resentimientos, esos que te alejaron de mí y que por las noches no te dejan dormir.
Si pudiera ser tu respirar cuando te ahogas de melancolía por las noches, apagar tus miedos y mostrarte que no hay nada mejor que arriesgarse por amor, lo haría.
Si pudiera mi vida, ser tu vida por un momento, y hacer lo imposible por cambiar todo lo que te hiere e incómoda, te juro que lo haría. Si pudiera amor mío, amar por ti lo que estas olvidando, quizás esto no esté perdido.
Y al final tienes un cúmulo de cosas negativas luchando por recuerdos positivos.
Quizá alguna vez recuerdes ese amigo de paso, pero no trascenderá. Solo se queda en eso. Hay otras personas que llevas contigo siempre, aunque no las puedas ver todos los días, aunque incluso pasen meses da igual, son personas que han calado hondo, han dejado huellas y pase lo que pase, siempre te acordarás de ellas. Incluso aunque a veces el recuerdo duela. Es inevitable.
Si una marca se graba con fuego, no se puede quitar. Y luego están otras personas, que empiezan siendo amigos, gente con la que compartes muchas cosas, risas, noches, días, películas, llantos, miles de cosas. Gente con la que te sientes bien, pero un día las cosas se tuercen. Las personas cambian, nosotros cambiamos, y si el cambio se produce por ambas partes, se produce una escisión en la amistad, una rotura por ambas partes, por lo que se nota menos.
Sin embargo si el cambio solo viene de parte de uno entonces surgen la distancia y el dolor, porque es solo uno el que ve. Porque uno no puede luchar por acercarse cuando el otro solo le pone barreras. Puedes tener paciencia, pero seamos realistas, la paciencia no cura las heridas, y no puedes esperar eternamente a que esa persona que era, aparezca de nuevo. No va a aparecer porque si ha cambiado ha sido por algo, quizá simplemente ha dejado una parte de su ser de lado, la pena es que sea la parte que te hacía estar ahí por él (o por ella). Cuando eso pasa te ves en una situación complicada.
Tienes muchos recuerdos buenos, pero tienes también muchas rencillas producidas por el cambio. Rencores, o frases que te has callado por hacer caso a la paciencia (que a escondidas de todos te susurraba: no digas nada, tiene un mal día, no le des importancia a tal o cual comentario). Y al final tienes un cúmulo de cosas negativas luchando por recuerdos positivos.
Estás en guerra, una guerra que si no acabas te hace meterte en un círculo difuso que parece no tener fin (por algo los círculos son infinitos). No le dices nada porque ya apenas le ves pero si tienes oportunidad de verle luchas por estar callado y no causar problemas (porque para una vez que le ves no merece la pena gritar).
Entonces asumes la realidad, que ese amigo con el que tienes años de recuerdos ya no está, y lo que más duele, no va a volver. Te das cuenta de que solo compartís los mismos silencios incómodos, que es eso lo que tenéis en común, las pausas eternas donde nadie dice nada porque ninguno se atreve a lanzar ,al aire o a la cara, la excusa adecuada para rechazar la invitación ( y así no tener que verse) Y cuando descubres todo esto, cuando te paras a pensar y ves lo que fuisteis y lo que nunca más volverás a ser, te envuelve una nostalgia extraña.
Pero el tiempo pasa, y al final lo que es nostalgia se convierte en indiferencia. Aunque es cierto que a veces esa indiferencia viene porque, el cambio ha producido tantos golpes, que ya eres inmune. Eres inmune a las frases mal dichas, a desprecios, desplantes y a cualquier cosa que pueda herirte.
Y con esa indiferencia como arma podrías romper el círculo, pero en realidad no se rompe. Sigue ahí, con el silencio de palabras que todo el mundo sabe pero nadie se atreve a decir. Bueno yo creo que ya es hora de decir algo, algo que me he dicho a mi misma: Felicidades, has perdido un amigo.
La parte positiva es que, no merece la pena ponerse triste. Si se ha ido, ha sido por cuenta propia. Uno solo no puede tirar del carro. Esto es ley de vida. Y como último consejo: las cosas nunca vuelve a ser como antes. Nunca. Mejor asumir y seguir sonriendo junto a las personas que de verdad quieran tu sonrisa. Estas son mis reflexiones de hoy.
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