Que tiene tiempo para sonreír, pedir perdón, repartir ternuras, compartir vivencias y tiene espacio para las emociones dentro de sí, emociones que fluyen naturalmente de adentro de su ser. La que ayuda, orienta, entiende, aconseja, busca la verdad y siempre quiere aprender, aunque sea de un niño, de un pobre, de un analfabeta.
Las de corazón desarmado, sin odio y pre-conceptos baratos, con mucho amor dentro de sí. La que se equivoca y lo reconoce, cae y se levanta, asimila los golpes, tomando lecciones de los errores y haciendo redimir sus lágrimas y sufrimientos. Me gusta mucho la gente así...
Nunca dejes en el camino tu sentir para que sea arrastrado por el viento y quede en el pasado, borra las huellas para quien no supo valorar tu sentir y no pueda seguirte cuando reconozca que perdió a quien no valoro como debió y su felicidad este perdida entre quienes le usaron.
ResponderEliminarEl mismo de siempre.
Trato de olvidar
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