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〝Una ducha caliente con el amor de tu vida.〞 A eso yo lo llamo FELICIDAD.
Quedarse tumbados en la cama escuchando la lluvia. El perfume de las toallas calientes tendidas al sol. Un trago de Vodka. Una llamada a alguien lejano.
Un largo baño de espuma. Una bonita charla. La playa. Encontrarse un billete de $100 en la chaqueta del invierno pasado. Reírse de uno mismo.
Las llamadas a medianoche que duran horas. Correr debajo de las tormentas de verano. Reírse sin motivo alguno. Los amigos. Escuchar de manera casual a alguien decir algo bonito sobre ti.
Despertarte en medio de la noche y darte cuenta de que aún te quedan algunas horas para dormir. Conocer nuevos amigos o pasar un poco de tiempo con los viejos. Tener a alguien que juega con tu pelo.
Tener un bonito sueño. Una taza de chocolate caliente. Cruzar la mirada con un guapo desconocido. Ganar un desafío. Ver las sonrisas y oír las risas de tus amigos.
Cogerte de la mano con alguien a quien quieras.
Encontrarte por la calle un viejo conocido y descubrir que algunas cosas (buenas o malas) no cambian nunca. Mirar el amanecer..... !!!!Eso es VIDA!!!! A esto yo lo llamo FELICIDAD.
Transforma lo cotidiano en extraordinario.
Cuántas cosas maravillosas tenemos en la vida y nos la pasamos esperando que sucedan cosas extraordinarias. Esperamos asombrarnos continuamente, dejando escapar la frescura del momento. Elevar lo cotidiano al rango de sublime sólo depende de nosotros, de que nuestro modo de sentir quiera apreciarlo. Mi Frase Favorita:Transforma lo cotidiano en extraordinario.
Sigue respirando. Coge todas las etiquetas que te cuelgan, todos los prejuicios, todas las acusaciones, y mételas en una bañera con gasolina. Prende fuego. Y adiós.
Te hierve la sangre. Llevas demasiado tiempo intentando aparentar que estás bien con el mundo, que no odias tanto como pueda parecer, que hay cosas buenas, que tienes fuerza suficiente para enfrentar cualquier cosa.
Pero ahora te hierve la sangre porque llevas demasiado tiempo intentando controlar ese impulso, esas ganas atroces de destruir todo lo que tienes alrededor, porque las cosas rotas siempre han sido tu favoritas, y el orden establecido por la sociedad te parece tan insulso y estúpido como todas las putas personas.
Y ahí esta de nuevo lo que has intentado controlar con todas tus fuerzas, ese lado antisocial, esas voces que te susurran siempre al oído que el mundo esta podrido y toda la gente no son más que animales intentando ser otra cosa. Pero la naturaleza es más fuerte y por más que luchen, como tú, al final siempre aflora su esencia real.
Pero ahora te hierve la sangre porque llevas demasiado tiempo intentando controlar ese impulso, esas ganas atroces de destruir todo lo que tienes alrededor, porque las cosas rotas siempre han sido tu favoritas, y el orden establecido por la sociedad te parece tan insulso y estúpido como todas las putas personas.
Y ahí esta de nuevo lo que has intentado controlar con todas tus fuerzas, ese lado antisocial, esas voces que te susurran siempre al oído que el mundo esta podrido y toda la gente no son más que animales intentando ser otra cosa. Pero la naturaleza es más fuerte y por más que luchen, como tú, al final siempre aflora su esencia real.
Y a veces, hay días, que por más que quieras, no puedes. Te sale ese instinto animal, esas ganas de saltar por la ventana, no con la finalidad de matarte, sino para poder volar, lejos de todo, y llegar a un mundo donde las sonrisas merezcan la pena de verdad y los juicios y sentencias sean irrelevantes.
Y te hierve la sangre.
Empiezas tus respiraciones. Eso es, respira hondo mientras cuentas hasta 10. 1, 2, 3... Hazlo las veces necesarias para calmarte, porque tú eres así, no vas a tirar la toalla, no vas a convertirte en un monstruo para luchar contra ellos. 4,5,6. No eres un monstruo. 7,8,9. Puedes ponerte, puedes dejar la rabia a un lado y volver al rin. 10. Puedes vencerte.
Y como puedes, lo vas a hacer. ¿Lo entiendes? Lo vas a hacer. Fuera los gritos, el malestar, el sentirte un cáncer de páncreas. La vida es demasiado corta, la gente demasiado estúpida. Nadie tiene que pagar por eso. Así que sigue contando y respirando profundamente. Porque hay cosas más importantes, hay gente muriéndose de hambre mientras tú tienes una disputa más. Hay gente secuestrada por el mundo mientras a ti te echan algo más en cara.
Hay gente que quiere vivir con toda su alma mientras las condenan a la muerte. Y como el mundo esta lleno de miserias, tú, no puedes darte por vencida. Porque no vas a ser como ellos, centrándose solo en ti , porque hay más cosas ahí fuera. Vas a salir de esa habitación, con la sangre fría y la mente en blanco.
Vas a esconder esa parte de ti. Eres buena persona. Quédate con eso. Y lo que digan los demás, como de costumbre, no te va a importar nada, ¿entiendes? No te puede importar. Sigue respirando. Coge todas las etiquetas que te cuelgan, todos los prejuicios, todas las acusaciones, y metelas en una bañera con gasolina. Prende fuego. Y adiós. Ahora abre los ojos. Has quemado todo lo negativo. Ya puedes volver a ser esa parte de ti que puede con todo. Sonríe.
Vas a esconder esa parte de ti. Eres buena persona. Quédate con eso. Y lo que digan los demás, como de costumbre, no te va a importar nada, ¿entiendes? No te puede importar. Sigue respirando. Coge todas las etiquetas que te cuelgan, todos los prejuicios, todas las acusaciones, y metelas en una bañera con gasolina. Prende fuego. Y adiós. Ahora abre los ojos. Has quemado todo lo negativo. Ya puedes volver a ser esa parte de ti que puede con todo. Sonríe.
Aprietas los dientes, hasta las nalgas, flexionas las rodillas y saltas con fuerza para salir del pozo.
Una constante entrada y salida de pozos imaginarios, más o menos profundos, en los que caes y de los que tienes que tratar de fugarte con el menor numero de rasguños posibles.
A todos un día nos pisaron las entrañas .
A todos un día nos pisaron las entrañas y nos cubrieron de promesas que no se llegaron a cumplir. A todos nos han hecho daño y que también hemos roto más de un corazón." Y menos mal, sí digo bien, menos mal, menos mal que vivimos, que nos equivocamos, que nos hacen daño pudiendo así crecer y ser más fuertes y menos mal que damos esa oportunidad a otros cuando les causamos dolor.
Amar es poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla.
Nos enamoramos cuando conocemos a alguien por quien nos sentimos atraídos y dejamos caer frente a el o ella las barreras que nos separan de los demás. Cuando compartimos con esa persona nuestros sentimientos y pensamientos mas íntimos, tenemos la sensación de que, por fin hicimos una conexión con alguien.
Este sentimiento nos produce gran placer, hasta la química de nuestro cuerpo cambia; dentro de nosotros se producen unas sustancias llamadas endorfinas. Nos sentimos felices y andamos todo el día de buen humor y “atontados”. "Empezamos a amar cuando dejamos de estar enamorados" Así es, El Amor requiere conocer a la otra persona, requiere tiempo, requiere reconocer los defectos del ser amado, requiere ver lo bueno y lo malo de la relación.
No quiere decir que enamorarse no es bueno, al contrario, es maravilloso. Sin embargo, es solo el principio. Muchas personas son adictas a estar enamoradas. Terminan sus relaciones cuando la magia de haber conocido a alguien nuevo desaparece; cuando empiezan a ver defectos en la otra persona y a darse cuenta que no es tan perfecta como pensaban.
El verdadero amor no es ciego. Cuando amas a alguien puedes ver sus defectos y los aceptas, puedes ver sus fallas y quieres ayudarle a superarlas. El amor verdadero esta basado en la realidad, no en un sueño en el que encontraste a tu príncipe azul o a tu princesa encantada. Encontraste a una persona maravillosa, de acuerdo, pero no es perfecta ni tu tampoco. Encontraste a tu alma gemela, pero también los gemelos discuten y también tienen diferencias.
Amar es poner en una balanza lo bueno y lo malo de esa persona y después amarla. "El amor nace de la convivencia, de compartir, de dar y recibir, de intereses mutuos, de sueños compartidos."
Mi oscuridad hecha de deseos y de ganas.
Oscuridad hecha de deseo, de ganas, de ligera transgresión. La más hermosa, la más suave, las más deseable. Coches que pasan veloces por la carretera. Faros que iluminan como un rayo y desaparecen.
Ráfagas de luz que dibujan bocas abiertas, deseos suspendidos, sufridos, alcanzados, cumplidos, ojos cerrados, luego abiertos. Y más y más. Como entre las nubes. Cabellos alborotados y asientos incómodos. Manos que proporcionan placer.
Bocas en busca de un mordisco y autos que continúan pasando, tan veloces que nadie tiene tiempo de reparar en aquel amor que sigue el ritmo de una música al azar, procedente de la radio. Y dos corazones acelerados que no frenan, que están a punto de chocar dulcemente.
Debemos vivir las experiencias que se nos presenten en el camino, para que un día, tengamos algunos recuerdos y poder decir: Estuve en tal lugar, en tal pasión, en tal amistad, estuve ahí…
Creo que para hacer eso, es necesario no temerla a partir, ni a regresar. La vida es una encrucijada de caminos que parten y que vuelven, nos transporta como una pluma, permitiéndonos llegar a lugares insospechados.
Flotando aventuradamente en el aire, haciendo preguntas y encontrando algunas respuestas, iremos a donde debamos ir, a donde nos lleve el destino.
Los errores me han enseñado que esta vida no vale la pena si no sonríes.
¿Cómo era esa frase?… ¡Ah, sí!.. “Nadie es perfecto.” Y sí, es cierto. Todos cometemos errores, unos más y otros menos, pero al fin y al cabo todos lo hemos hecho mal alguna vez.
Pero sabías qué que no me importa equivocarme, porque también hay otras famosas frases que dicen que “De los errores se aprende” y que “Rectificar es de sabios”.
Y creo que yo he aprendido muchas cosas de mis errores, incluso más de lo que puedes imaginar, me han hecho fuerte. Los errores me han enseñado que esta vida no vale la pena si no sonríes, pero no olvidar porque eso es de cobardes, lo importante es saber recordar sin que te duela.
Es más, he rectificado, o al menos lo he intentado y si lo he hecho más tarde que pronto, no importa, “Más vale tarde que nunca”.
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