La vida es como una ola de agua salada rompiendo en la roca de la existencia. Siempre feroz, siempre insatisfecha.
Un tiempo en calma y otro en el desequilibrio de erosión, destruir, volver a empezar. La vida es un cansado trayecto de la profundidad a la superficie, para volver al ciclo de saberse un estúpido juguete del destino.
Un ir y venir en busca de significados, de porqué esto o aquello, para al final enterarte que todos tus porqué son cosa de risa para la esfera que barrerá contigo igual que barre y avienta todo lo que le perjudica.
La vida es, ese suspiro de paz y maldita guerra, esa lucha constante por tener una razón, motivo que te indique que estás en lo correcto y que todo este montón de años que tienes soportándola tuvieron algún servicio.
Ese ver caer a gotas el mar en tus mejillas, y después enterarte que las mismas aguas ya corrió millones de años atrás por millones y millones de individuos y ni siquiera conoces sus nombres. La vida. Bendita seas.