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Quizás, dentro de unos 10 a 15 años, nos encontremos por casualidad, no ahora... definitivamente no ahora.
Quizás, dentro de unos 10 a 15 años, nos encontremos por casualidad y nos sentaremos a conversar de todas las heridas que nos hicimos...
Tendré una sonrisa, con los ojos llenos de lágrimas y quizás... solo quizás, sin rencores, ni daños, nuestras miradas se cruzaran y nos reconozcamos, como alguna vez supimos hacerlo.
!Te quiero dar las gracias por todo lo que has hecho cuando pensabas que no estaba mirando.!
Cuando pensabas que no estaba mirando colgaste mi primer dibujo en el refrigerador y eso me hizo querer pintar otro. Cuando pensabas que no estaba mirando alimentaste a un gato callejero y aprendí a ser amable con los animales.
Cuando pensabas que no estaba mirando horneaste una torta de cumpleaños para mí y supe que las pequeñas cosas son las cosas importantes. Cuando pensabas que no estaba mirando hiciste una oración y descubrí que siempre habrá un Dios con quien puedo conversar.
Cuando pensabas que no estaba mirando me diste un beso de buenas noches y me sentí amada. Cuando pensabas que no estaba mirando vi algunas lágrimas salir de tus ojos y supe que algunas cosas son dolorosas – pero no hay nada de malo en llorar.
Cuando pensabas que no estaba mirando me sonreíste y me sentí hermosa. Cuando pensabas que no estaba mirando – Miré… Y te quiero dar las gracias por todo lo que has hecho cuando pensabas que no estaba mirando.
-Paulo Coelho.
Nunca nos dijimos para siempre, pero tampoco hasta nunca.
Yo siempre fui tu puerta abierta. Tu vida y tus arrugas de expresión. Tú fuiste mi último primer amor. Mi cara más bonita sin enojarse. Mi precipicio emocional.
Pero no recordemos nuestras carencias. No hagas que piense de nuevo en las vidas que podría haber vivido mientras esperaba a que la tuya arrancara. No me mires como lo haces, como si estuvieras delante mío ahora. Y no, tampoco me toques la mejilla como si fuera de cristal. Te aseguro que si no me había decepcionado ya, ahora es el momento.
Quiero aprender a ser una piedra, a dejar de sentir, a tener un radar que me diga /este no/ te traicionara.
A mi igual me da celos saber que no soy la única, que por mas que trate entrar en la vida de alguien nunca logro abrir por completo la puerta, y con el tiempo se entrecierra y me desmotivo a abrirla, o intentarlo siquiera. Siempre dije que intentarlo lo era todo, pero yo me canso, me pesa el sentir.
Me enferma saber que hay gente que me supera en cualquier ámbito y que con cualquier acto pueden hacer de mi mayor gracia, un simple detalle. Odio saber que soy tan influenciable como usable, que todos no sienten ni el mas mínimo remordimiento en pisotearme y culparme de sus desgracias. Quiero aprender a ser una piedra, a dejar de sentir, a tener un radar que me diga "este no, te traicionara".
Quiero que la velocidad del viento se lleve lo malo de mi, que las hojas del otoño al caer me hagan sentir bien conmigo misma. Quiero gritarle a todos lo que mi garganta anudo dentro, y que ahora me esta asfixiando hasta ahogarme. Quiero acariciarme la cara y sentir consuelo, sin necesidad de recordarme que me tengo solo a mi misma.
Quiero mirar a la gente y decirme que son hermosas, por dentro y por fuera. Quiero estabilidad emocional, quiero creer que significo algo para alguien, pero de verdad, no pura boca. No se si sentir bronca, pena, rabia o qué.... solo se que el pecho se me aprieta y el corazón me duele.
Intentas no sentir la tristeza, pero no puedes evitarlo.
Que no sabes dónde ni cómo pudiste llegar a esto. Que ya tienes la última página entre tus manos para pasarla… pero no eres capaz de cerrar el libro.
Me gustaría quedarme para siempre en un rincón de tu corazón. .💜
Sí, esto es una carta de amor de despedida. No puedo sino escribírtela porque decirtelo me es imposible. No podría volver a mirarte porque me perdería en el color de tus ojos, no podría volver a hablarte porque me quedaría atrapa entre tus labios, por eso me marcho ahora y te dejo todo mi amor en esta carta.
Perdona si me llevo tus besos, tus caricias y tus abrazos. Perdona si me llevo las risas y las confidencias. Meto también en la maleta el olor de tu pelo, el sabor de tu piel y el sonido de tu voz. Todo eso y me llevo tus recuerdos, para guardarlo como un tesoro bien dentro de mi corazón.
Tú puedes quedarte con el recuerdo de esta historia de amor que no pudo ser, pero será, en otro tiempo, en otra vida, de eso estoy segura. Y espero que entiendas este adiós precipitado, pero inevitable, porque me gustaría quedarme para siempre en un rincón de tu corazón.💜
Me enamore de la forma en que me miraba.
¡Poco a poco aprendí a estar sin compañía!
A pesar del dolor, hubo ganancia, hubo darse cuenta. Cada día, mientras veía tu silla vacía, comía sin mucho paladear; como si lo hiciera para solo sobrevivir. Mientras escuchaba música, me traicionaron mis manos y te buscaban en el sofá.
¡Poco a poco aprendí a estar sin compañía!, sin alguien que ocupase mis miradas, mis caricias, mis picardías. Todo eso se envolvió en un regalo agridulce que me hizo enterarme de mí, de que existo, de lo que quiero, de lo que necesito.
Hay noches en las que me da por desviar la mirada a la luna y querer que tú me eches de menos.
¡La humanidad progresa. Hoy solamente quema mis libros; siglos atrás me hubieran quemado a mi.!
👉Tú me preguntas si soy feliz. Si la dicha es el teléfono que no contesta. Y la tarde que no se acaba. Y las cartas que nunca mandas. Entonces te aseguro que soy feliz.
En el silencio del camino y en su mente solo lograba construir un pensamiento... Esperanza.
Llovía en su interior. De pie entre dos mundos, la joven sentía perdida la mirada al otro lado de su ser. Contemplaba en su reflejo impasible, como una a una iban resbalando las lágrimas por su rostro, lo recorrían lentamente, algunas reposaban entre sus pestañas antes de lanzarse a la aventura de su recorrido.
Estaba de espaldas al mundo, cubierta solo por un manto de impotencia y un sentimiento de pérdida. El espejo robaba su reflejo, aprovechándose de su vulnerabilidad.
Cada uno de los poros de su piel sentía la tristeza que la acontecía y en ese momento, era mucha. No luchaba contra la humedad ni ejercía resistencia sobre sus emociones, sencillamente las reconocía, las aceptaba, las dejaba pasar, como si a su marcha todo pudiera quedar como antes de su inesperada aparición, pero nada fue igual a partir de ese momento.
Dejo por momentos de llorar, aunque no pudo abandonar la tristeza así que la llevó consigo como si fuera parte de su equipaje de mano sin mediar palabra.
Dejo de oír su propia voz, reconoció su respiración junto a sus huellas, en el silencio del camino y en su mente solo lograba construir un pensamiento "Esperanza".
〝Siento alegría. No sé por qué, pero por encima de cualquier dificultad, siento alegría.〞
Por algunos instantes sentí que la gente que pasaba a mi alrededor me veía y sonreía, sin abrir los labios, para luego seguir su camino. Siento alegría. No sé por qué, pero por encima de cualquier dificultad, siento alegría. Siento, de vez en cuando, que soy el centro de la atención de buenos mensajes.
Siento que soy la destinataria de buenas nuevas, aunque no sepa, por ahora, cuáles son. Al abrir la puerta, siento una brisa que en vez de soplar, me susurra algo. Veo La hamaca en el patio; se mueve como si hubiese sido usada para agradar a alguien. Hace mucho rato nadie se queja, nadie llora, nadie pregunta.
A todos les ha dado por leer, por sonreír, por descansar en la hierba, por dormirse con la ventana abierta, como dejando de lado el miedo a la vulnerabilidad descubierta. 〝Parece que estoy en un paréntesis mágico, en un oasis, sin espejismos, que invita a aprovechar este minuto, esta hora, esta vida.〞
He mirado atrás tantas veces y odio ver en lo que me convertí.
Y esperabas que yo estuviese disponible, pero ahora guardo todo mi amor para alguien que si me amará.
Escribir es un acto de supervivencia.
Y eso provoca sentir y recordar que hoy como ayer estamos solos. Como diría Paul Auster: "No es que escribir me produzca un gran placer, pero es mucho peor si no lo hago". "Escribir no es una cuestión de libre albedrío, es un acto de supervivencia".