En esta noche calurosa, no puedo dormir. Mientras miro la luna desde mi ventana, esa luna enorme, blanca y muda, pienso en mi vida. Una noche oscura, aunque a la vez iluminada por una inmensa luna trae a mi mente, lo que he tenido y tengo, lo que he perdido y perderé.
Y estoy descubriendo tantas cosas. Que he perdonado errores casi imperdonables. Que hice muchas cosas por impulso. Cuántas veces he saltado primero y pensado después.
Me decepcioné con algunas personas, pero también ellas se decepcionaron conmigo. He abrazado para proteger, me he reído cuando no podía.
He tenido miedo de perder alguien especial, y he terminado perdiéndolo, pero he sobrevivido, y vivo. No soy de una forma determinada, a veces lluvia, a veces sol, otras tormenta o calma.
Gata, mujer o niña. A veces, curiosa, buscadora de no sé qué. Inquieta y tranquila y tantas veces silenciosa. Porque un día comprendí, que el silencio, muchas veces, vale más que mil palabras. Soy sentimiento pasión, nunca hielo, aunque deje que lo parezca. Lo mismo me acerco, que me alejo. A veces así soy yo.