Hoy el día es diferente y el aliento aunque pareciera igual, se desvanece con el paso de las horas… Las palabras fluyen y entre la razón y el sentido todo encuentra lugar, pero al trasladarse al sentimiento el corazón se apresura, y entonces el dolor y la nostalgia invaden mi ser. Mi voz tiembla al sentir el vacío que emerge de mi alma, y un grito ensordecedor se emite desde lo más profundo, una voz sin eco sacude todo mi interior, cuando el alma desalentada pierde fuerza y se siente opaca.
Entre las tareas cotidianas el tiempo pasa y el afán del día no deja sentir el paso del silencio, de la pregunta, del vacío, de la soledad…
No hay vuelta atrás el camino continua, a veces entre la niebla y la lluvia que acrecientan el frío y la nostalgia…Qué duele? La ausencia, la resignación, la falta de valor, el exceso de amor al trabajo, la falta de perspectiva. Hasta las palabras huyen de la tristeza… sin lugar a dudas mi corazón se esta rompiendo bajo mi mirada y puedo sentir como su aliento se debilita y ahoga las lágrimas que quieren brotar sin cesar. Todo se silencia y el mundo se cubre de nubes, nubes que esconden las imágenes de una historia desahuciada… Crónica de una vida terminada…
Es casi imposible atravesar la vida... sin que un trabajo salga mal hecho, sin que una amistad cause decepción, sin padecer algún quebranto de salud, sin que un amor nos abandone, sin que nadie de la familia fallezca, sin equivocarse en un negocio. Ese es el costo de la vida. Sin embargo lo importante no es lo que suceda, sino, como se reacciona. Si te pones a coleccionar heridas eternamente sangrantes, vivirás como un pájaro herido incapaz de volver a volar.