Hubiese cambiado ese estúpido cerrojo hubiese hecho que me dejaras mi llave. Si por un solo segundo hubiese sabido que volverías para molestarme. Vete ahora, vete, sal por la puerta date media vuelta ahora. Porque ya no eres bienvenido aquí.
¿Acaso no fuiste tú quien intentó herirme al decir adiós? Pensaste que me desmoronaría. Pensaste que caería y moriría yo sobreviviré y mientras sepa amar sé que seguiré viva. Tengo toda mi vida por vivir tengo todo mi amor para dar y sobreviviré.
Necesité de toda la fuerza que tenía para no quebrarme. Seguí esforzándome para tratar de arreglar las piezas de mi roto corazón y pasé tantas, tantas noches solo sintiendo lástima por mi misma y solía llorar.
Pero ahora camino con la frente en alto y cuando me ves, ves a alguien nuevo, ya no soy esa pequeña persona encadenada y aún enamorada de ti, te pareció bien simplemente aparecerte. Y esperabas que yo estuviese disponible, pero ahora guardo todo mi amor para alguien que si me amará.
Ilusión, esperanza, y grandeza de espíritu. Es un goce encontrar todo eso en tus letras. Abrazos
ResponderEliminarDeterminación y esperanza juntos en tus versos.
ResponderEliminarBesos.
Lo dices muy bien, amiga. De mucho gusto.
ResponderEliminarAbrazos