Que cada siete segundos una pareja de todo el mundo fracasa, que las miradas se valoran más que las palabras. Que los supuestos regresos, nunca salen como uno quiere y que la frase -si te vas no vuelvas- me persigue. Que escucho esa canción y me obliga cada vez a recordarte, me hundo sí, me hundo con tus palabras.
Este valiente corazón se está pegando una sobredosis de cobardía, y qué menos, que darle la razón se la quito. Odio las despedidas montadas en un adiós, las miradas que desprecian, y sobre todo, me odio a mí misma por estar así, sobre una cuerda floja hecha de pita a punto de caer, pero bueno, me dicen que no llore, que no merece la pena, y empiezo a darles la razón. Que si me hundo, soy yo la que sufre, y hoy me he cansado de eso. Me he cansado.
Sufrir es tan humano que no es malo hacerlo, llorar muchas veces es necesario. Pero no hacer de ello un día a día. Que seguro eres más guapa sonriendo.
ResponderEliminarBesos dulce para ti.
cuando se cierra una puerta otra ventana
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