Aquellos sólo sobreviven. Y no, no quiero ser uno de ellos, la soledad me mata, me deprime y la frialdad me envenena el alma.
No le pido a Dios que haga mi vida más fácil, le pido que me haga una persona mucho más fuerte.
Las cicatrices de mi memoria trazan un camino horizontal, hacia la permanente tortura de vivir capturada por un pasado que me arrastra. No quiero una segunda oportunidad, quiero un nuevo comienzo.
Entonces es momento de comenzar.
ResponderEliminarBesos siempre dulces.
Pues sí, es un buen pedido, ante la dificultad nos crecemos. La fortaleza es la que nos ayuda a llevar la mochila de la experiencias difíciles sobre la espalda. Estupendo.
ResponderEliminarUn beso y feliz domingo.
Con decisión y optimismo
ResponderEliminarlo puedes lograr.
Adelante...
Besos