La mujer tiene dos puntos débiles, el útero y el corazón. Y cuando el útero o el corazón se interponen toda esa sabiduría, esa superioridad se tambalea. Su capacidad para el sentimiento; la sensibilidad, el afecto, la devoción, el volcarse en lo que aman…las perjudica. Una mujer enamorada es su primer enemigo, renuncia justamente a los mecanismos que la hacen superior.
Amor, moda, historia, sexo, música, ajedrez… y muchos sentimientos encontrados se dan cita en la novela de Arturo Pérez-Reverte "El tango de la guardia vieja."
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