Sufre el que jamás perdió y está perdido, es tan fácil encontrarse que se busca donde no se está. Sufrir por amor es tener demasiado, porque hay quien sufre por la pérdida de un hijo, la silla que rueda sin esperanza abrazando un cuerpo, la madre en el hospital esperando el final, el que siendo inocente vive preso y hasta el amante, el amante que no tuvo oportunidad de dar un beso.
Ámame a mi.
¡Jamás me llores por caprichos.!
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