Sin embargo siempre supiste como atarme, un gesto, una palabra, un mensaje, que me llenaba de ilusión y tu lo sabias, pero tal vez aunque no querias, necesitabas que yo te quisiera.
Y eso es lo que mas deteste de ti. Pero no me arrepiento de quererte al fin y al cabo me diste las noches de insomio mas bonitas de mi vida que nunca olvidare.
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