A veces a escondidas, sueño con ése único instante que me hará feliz. Ya no lamento hechos que borraron mi sonrisa, busco en ellos el mejor escudo para seguir de pie. No hay oscuridad que dure cien años, no hay tristeza que me aturda para siempre.
Hay encuentros y hay despedidas, hay caminos y hay desvíos que tarde o temprano aparecen para enseñarte que no eres inmortal, sino un cuerpo lleno de fortaleza capaz de caer pero nunca rendirse.
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