👉Hoy solo quiero paz en el alma, alegría en mi corazón, una sonrisa en mi cara, un café caliente y la esperanza de un lindo día.
Bienvenidos a mi espacio. "Todo en este blog es inventado, pero casi todo me ha sucedido."
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“Del hablador he aprendido a callar, del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad.”
A veces nos pasamos tiempo leyendo y de pronto nos encontramos frases que nos deja pensando y reflexionando.
Con el paso del tiempo aprendemos cosas que nos cambia la vida, como esta gente que se la pasa chismeando y deseándote cosas malas.
Esta frase que encontré por ahí me pega mucho del escritor Khalil Gibran: “Del hablador he aprendido a callar, del intolerante, a ser indulgente, y del malévolo a tratar a los demás con amabilidad.”
La vida es como una serie de Netflix, solo que con 80 ó 90 temporadas. La gente va y viene según las temporadas.
El protagonista tiene que reír, pero también llorar, enamorarse, pero también que le rompan el corazón. Y la gente irá y vendrá como esos personajes de ciencia ficción. Y algunas temporadas serán mejor que otras. Así de simple y complicada es esta vida.
Soy amante de mis silencios, mis pausas y mis momentos de soledad.
Adoro cuando cierro la puerta al mundo y me dispongo a sentir; porque soy amante de mis silencios, mis pausas y mis momentos de soledad. La Verdad está dentro de ti.
¿Quién sabe? Si lo que se ama está cerca, si viene, si pasó, si ya está y es invisible.
¿Quién sabe? Si lo que se ama está cerca, si viene, si pasó, si ya está y es invisible.
¿Quién sabe? Si lo que se necesita está mucho más al alcance que lo que se quiere.
¿Quién sabe? Si lo ausente no comienza a ser más presente de lo que antes era.
¿Quién sabe? Si las huellas son marcas en el piso del pasado o guías para más adelante.
¿Quién sabe? Si las cosas que dijimos nos cambiaron más a nosotros que a otros.
¿Quién sabe? Si la felicidad es un cuento más creíble de lo que se pueda leer.
¿Quién sabe? Si desperdiciar el vivir es botar el tesoro más costoso.
¿Quién sabe? Si quince minutos de honestidad ayudan más que años de esfuerzos torcidos.
¿Quién sabe? Si una sonrisa dice más que un guiño de ojo.
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