Amigos Cibernéticos.

La vida a veces frustra, duele e incluso parece injusta. Hay sueños que no se cumplen… pero eso no puede detenerte. Cada tropiezo es una oportunidad de demostrarte que sabes levantarte y seguir. Un café lo resuelve todo amigos Cibernéticos.

Así soy yo.

•  Me da pena pero yo no soy de las que vuelven.

• Si quieres segundas oportunidades vete a otro mercado donde venden dos por uno.

• Lo que tu quieres saber yo no lo publicó. Perdoname chismosa.

• Yo siempre seré: LIBRE, ORIGINAL, CREATIVA Y ASTUTA.

No hay edad.

No hay edad para empezar aquello que te gusta y no hiciste hasta hoy. No hay edad para buscar ese amor que soñaste y te puede estar esperando a la vuelta de la esquina. No busques poner excusas por todo aquello que no te atreves a realizar.


Las páginas de tu vida se escriben cada vez que las transitan otras personas. No esperes cambios si tu no haces lo adecuado para que eso ocurra. Construye un sendero ideal para tu vida que sea como lo sueñas, escríbelo con tu fuerza interior, tus ganas, tu instinto de superación, con fe en tus capacidades y con fe en Dios.


No olvides que si quieres siempre se puede y está en cada uno de nosotros hacer que esas gotas llenen el tanque que alimenta nuestra existencia. Nunca es tarde..

No estoy traumada, ni creo que “el tren se me va”.

   

   Ser soltera no me hace menos persona, ni menos feliz ni menos segura de las grandes cosas que puedo lograr. No necesito a una pareja para ser feliz.

   No le tengo miedo al amor, no odio a los hombres, no estoy traumada, ni creo que “el tren se me va”. Soltera, casada, viuda, comprometida, Todo vale si te hace feliz.  

  Mi vida no gira entorno a otra persona, yo soy mi propio sol y no necesito brillar para nadie más que para mí.

Mi manera de ser: Visto como quiero, voy y vengo cuando lo deseo, escucho, respeto y opino. Hace tiempo que aprendí a vivir sin miedo.

Mi manera de ser:

Visto como quiero, voy y vengo cuando lo deseo, escucho, respeto y opino. Hace tiempo que aprendí a vivir sin miedo, a decir “no” sin sentir culpa y a decir “sí” cuando así lo siento. Porque aunque mi corazón tenga una puerta para quien desea entrar, también hay otra para quien quiera salir.