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La vida es llegar a casa y encontrar a la misma persona todos los días.



La vida es llegar a casa y encontrar a la misma persona todos los días.


Amar no es despertar cada mañana para hacer el café y tomarlo juntos. No es siempre recibir abrazos en la cama hasta que los dos se duerman. No es una casa limpia, llena de risas y amor todos los días. Es alguien que roba las mantas y ronca, y que es portavoz de palabras duras algunas veces.

Amar es entrar en desacuerdo hasta que los corazones se curen y se perdonen. La vida es llegar a casa y encontrar a la misma persona todos los días, pero alguien que se preocupa por ti a pesar de y por lo que eres. Es reír de las tonterías que hacen, incluso sin querer. Es tener ropa sucia. 

Es ayudar el uno al otro con el duro trabajo de la vida. Es aprender a tragar palabras molestas en lugar de decirlas en voz alta. Es preparar la comida más fácil que puedan y sentarse juntos para comer tarde, porque los dos tuvieron un día loco.

Es cuando tienes una crisis emocional y tu pareja se acuesta contigo, te sostiene y te dice que todo va a salir bien. Y tú le crees. Se trata de seguir amando a alguien a pesar de los defectos y dificultades de la vida. Amar a alguien no siempre es fácil. Pero es increíble y reconfortante, una de las mejores cosas que podemos experimentar en la vida.


La vida es hermosa.



La vida es hermosa.




Siempre he pensado que las cosas
 más hermosas de este mundo
 están hechas de pequeños 
fragmentos rotos. 
Muchas veces la mejor música
 sucede en los silencios
 y es lindo porque nadie lo aprecia
 ni lo ve. 
Se necesita un poco de locura.
 En esos silencios pude escuchar
 todas las palabras 
que te callaste alguna vez,
 tus risas frustradas.
 A veces es cuestión de perspectiva.
 La vida es hermosa.

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Una mujer como yo no tiene miedo de que la cambien por otra, tiene miedo de la mentira, del engaño y la hipocresía.

Una mujer como yo no tiene miedo de que la cambien por otra, tiene miedo de la mentira, del engaño y la hipocresía.  No le da miedo quedarse sola, sólo lucha por ser feliz, por luchar día a día para conseguir sus sueños, que aunque parezcan de fantasía, son sus grandes anhelos.  No cariño. No te equivoques, una mujer como yo; jamás te pedirá que te quedes si lo que quieres es irte, te acompañará a la salida y te deseara lo mejor si ya no quieres estar en su vida.  Una mujer como yo, ríe, disfruta, llora cuando tiene que hacerlo, ama tan intensamente que si tú eres el que está en su corazón. Te doy un consejo; no lo desaproveches.




Una mujer como yo no tiene miedo de que la cambien por otra, tiene miedo de la mentira, del engaño y la hipocresía.

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Una mujer como yo no le da miedo 
quedarse sola, 
sólo lucha por ser feliz día a día,
 para conseguir sus sueños, 
aunque parecen de fantasía, 
son mis grandes sueños.

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No cariño. No te equivoques, una mujer como yo; jamás te pedirá que te quedes si lo que quieres es irte, te acompañará a la salida y te deseara lo mejor si ya no quieres estar en su vida.



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"Una mujer como yo, ríe, disfruta, llora cuando tiene que hacerlo, ama tan intensamente que si tú eres el que está en su corazón. Te doy un consejo; no lo desaproveches."

Todos dicen que me rompiste, que desde que me dijiste adiós, me apagué, que desde aquel día no he vuelto a sonreír.


Todos dicen que me rompiste, que desde que me dijiste adiós, me apagué, que desde aquel día no he vuelto a sonreír.




Todos dicen que me rompiste,
que desde que me dijiste adiós,
me apagué,
que desde aquel día no he vuelto a sonreír.
Y tal vez sí, estoy un poquito rota,
algo apagada y me duele tantito la vida.
¿pero sabes una cosa?
Ahí donde otros ven grietas, me están creciendo flores,
dónde algunos ven oscuridad,
me estoy aferrando a la poca luz
que me queda
y dónde otros ven vacío,
me estoy llenando de mí.

Quizás, dentro de unos 10 a 15 años, nos encontremos por casualidad, no ahora... definitivamente no ahora.

  Quizás, dentro de unos 10 a 15 años, nos encontremos por casualidad, no ahora... definitivamente no ahora... y nos sentaremos a conversar de las locuras que hicimos y de todo lo que nos guardamos dentro.

  De todo el orgullo que nos alejó y de todas las heridas que nos hicimos... esbozaremos una sonrisa, con los ojos llenos de lágrimas y quizá... solo quizá, sin rencores, ni daño, nuestras miradas se crucen y nos reconozcamos, como alguna vez supimos hacerlo.

Quizás, dentro de unos 10 a 15 años, nos encontremos por casualidad, no ahora... definitivamente no ahora.