Creo que la vida sería más fácil si pudiésemos tener todo y no hiciese falta elegir nada. Nos ahorraríamos muchos problemas pero nadie puede elegir una cosa sin perder la otra, siempre vamos a terminar perdiendo algo.
Hay momentos en nuestras vidas en los que nos vemos en una encrucijada. Las elecciones que hacemos en esos momentos pueden definir el resto de nuestra vida. Claro que cuando se está frente a lo desconocido, la mayoría de nosotros prefiere dar media vuelta y volver, pero a veces las personas persiguen algo mejor, algo que han encontrado tras el dolor, enfrentándose a él solos, justo tras la valentía y el coraje que supone dejar que alguien llegue a ti, o el dar a alguien una segunda oportunidad.
Antes de tomar una decisión debemos preguntarnos ¿Cuáles la consecuencia de ella a mediano y largo plazo?, así tomaremos decisiones inteligentes. Pero hay que pensarlo así: si algo tenemos que dejar, es porque algo mejor habremos elegido. Todos hemos tomado decisiones incorrectas, las decisiones sí determinan nuestro destino. Somos los únicos responsables de la felicidad y la paz en nuestras vidas. Tenemos derecho a elegir nuevamente.