Acaparando besos robados de algún poema perdido y deseando en silencio que nunca jamás termine lo que quiera que sea que estés viviendo. Y sentirás miedo, auténtico pánico. Todos sentimos miedo cuando nos enamoramos, hasta el ser más duro de la Tierra, y la niña más débil. Todos. Porque cuando sientes que sin esa persona el aire no pasaría a través de tus pulmones, que el aire se quedaría anclado justo a un milímetro de tu cara, sin traspasar la frontera, es normal sentir miedo. Porque sin esa persona una parte de ti muere al instante, una parte que jamás resucita.
Pero entonces, aparece, te sonríe, te da un beso tímido en la mejilla, y todos los miedos se esfuman con la facilidad con la que vuela una pluma en los días de viento. Y es inevitable sacar la mejor de tus sonrisas y darle una patada a todos los miedos. Enamorarse, Es un concepto unido desde siempre al miedo. Miedo y vértigo. Pero también es felicidad en estado puro.