Cuando miro un camino y no lo transito, estoy eligiendo huir de esa vivencia, siento que me mantengo al margen, dejo de caminar con mis propios pasos, tal vez estoy haciendo una proyección y me quede con la incertidumbre de una nueva experiencia. En general siempre intento no quedarme con la duda.
Así ocurre con las palabras, las cuales son un recurso para expresar lo que siento, lo que sueño, sin olvidarme de quien soy ahora. A veces esas palabras me hacen su esclava, sino las expreso, me limito, pero al exteriorizarlas no coarto mi libertad de expresión y las concedo sin que nadie las pida.
Me atrevo con la verdad. ¡Dejo mi inseguridad muy lejos, doy mi primer paso, acepto lo que venga, siento alegría, tristeza, tantos estados, pero a la vez siento mi propia fuerza, agradezco, me perdono! y lo hago porque no siempre acierto en mis regalos para conmigo misma, pero tengo la intención de obsequiarme un sentimiento de paz interior, el cual a través de las palabras y de la verdad, me hace bien, me conforta y me ayuda en mis relaciones con las otras personas.
-Escrito por Chavela Vargas