Se hace a la idea de que nada es eterno y mucho menos seguro pero no olvida y es obvio que no olvidará, porque se quiere con la mente, las emociones, el corazón, el hígado, la piel, los labios, la nariz, los ojos y hasta el alma.
Porque cuando de verdad se quiere, se quiere hasta el alma. Y uno intenta tontamente olvidar.
Viví una vez, una época gris. Pasaba el amor, sin fijarse en mi. El cielo, el sol, no estaban. Quebrada mi voz lloraba.