Me quedé esperando en vano. Me quedé imaginando mentiras. Ahora tan sólo me quedan aquellas lágrimas que estoy derramando. Lágrimas que he de llorar en momento como este. Desearía tanto desvanecerme, desaparecer, chasquear los dedos y no existir más… Pero, tengo tanto miedo. Tanto miedo que ni siquiera soy capaz de alcanzar eso. Quisiera soltar las caricias que guardo en el alma Y gritar mis angustias…
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Lágrimas, Soledad y Mucho Frió.
¡Aunque amar es arriesgarse a no ser amado de la misma manera. Arriésgate vale la pena.
¡Aunque amar es arriesgarse a no ser amado de la misma manera. Aunque vivir es arriesgarse a morir. Aunque desear es arriesgarse a ser defraudado. Aunque intentar es arriesgarse a fallar.¡ Debes correr los riesgos simplemente porque el más grande de los peligros de la vida es no arriesgarse. Arriésgate. Es cierto que puedes perder, pero. ¿Has pensado en lo que puedes ganar?
¡Quien valoriza lo interior del otro, es como un hábil especialista en diamantes, que mira la piedra bruta y consigue descubrir el brillo de la preciosidad.!
¡Quien valoriza lo interior del otro, es como un hábil especialista en diamantes, que mira la piedra bruta y consigue descubrir el brillo de la preciosidad.!
Es como el artista que acaricia el mármol, percibiendo la imagen de la belleza que el encierra en su intimidad. Ese amor atraviesa los portones de esta vida y se eterniza en el tiempo. Esto es el verdadero amor.
👉Tú me preguntas si soy feliz. Si la dicha es el teléfono que no contesta. Y la tarde que no se acaba. Y las cartas que nunca mandas. Entonces te aseguro que soy feliz.
👉Tú me preguntas si soy feliz, Si la dicha es una habitación vacía, Con botellas vacías, Y ceniceros llenos de cigarrillos a medio fumar. Entonces te contesto si soy feliz. Tú me preguntas si soy feliz.
Si la dicha es el teléfono que no contesta. Y la tarde que no se acaba. Y las cartas que nunca mandas. Entonces te aseguro que soy feliz feliz feliz. Tú preguntas si soy feliz. Si la dicha es una cama desecha. En una habitación desecha.
Donde en un espejo desecho se ve el rostro de una mujer desecha. Entonces te lo juro si soy feliz. Tú me preguntas si soy feliz. Pero si la dicha es una sonrisa. Si la dicha es una mirada. Si la dicha es una ternura.
Si la dicha es una caricia. Entonces te contestare con lágrimas. Es verdad que no soy feliz no. Verdaderamente no.
En el silencio del camino y en su mente solo lograba construir un pensamiento... Esperanza.
Llovía en su interior. De pie entre dos mundos, la joven sentía perdida la mirada al otro lado de su ser. Contemplaba en su reflejo impasible, como una a una iban resbalando las lágrimas por su rostro, lo recorrían lentamente, algunas reposaban entre sus pestañas antes de lanzarse a la aventura de su recorrido.
Estaba de espaldas al mundo, cubierta solo por un manto de impotencia y un sentimiento de pérdida. El espejo robaba su reflejo, aprovechándose de su vulnerabilidad.
Cada uno de los poros de su piel sentía la tristeza que la acontecía y en ese momento, era mucha. No luchaba contra la humedad ni ejercía resistencia sobre sus emociones, sencillamente las reconocía, las aceptaba, las dejaba pasar, como si a su marcha todo pudiera quedar como antes de su inesperada aparición, pero nada fue igual a partir de ese momento.
Dejo por momentos de llorar, aunque no pudo abandonar la tristeza así que la llevó consigo como si fuera parte de su equipaje de mano sin mediar palabra.
Comenzó a avanzar, no estaba segura de hacía adonde se dirigía, solo tímidamente lo intuía, necesitaba ayuda, pero no estaba segura de poder obtenerla, así que primero un paso y luego el otro, 'Sola', a pesar del murmullo que la acompañaba. 'Sola'.
Dejo de oír su propia voz, reconoció su respiración junto a sus huellas, en el silencio del camino y en su mente solo lograba construir un pensamiento "Esperanza".
Dejo de oír su propia voz, reconoció su respiración junto a sus huellas, en el silencio del camino y en su mente solo lograba construir un pensamiento "Esperanza".
Gracias por entregarte sin esperar nada a cambio, y haberme dado tanto. Gracias por estar, y haber sido la mano presente que me dio coraje, para alzar mi rostro y mi mirada nuevamente a la esperanza de la vida a mis amigos cibernéticos.
Yo he aprendido que más allá de mi soledad, existe un personaje extraordinario. Esos hermosos amigos que creemos saber como piensan y como son, y que nos brindan una mano cálida.
Siendo perfectos desconocidos, nos brindan más que los que dicen ser nuestros amigos cotidianos. No conocemos sus rostros, ni sus voces, ni su color de piel, apenas sus pensamientos y la esencia misma del ser humano, y se tornan tan indispensables como el aire mismo.
En el silencio y el frío de una habitación encontramos, un ser capaz de escucharnos y oír de nuestras tristezas, de vez en cuando arranca una risa y muchas sonrisas. Otros son capaces de confrontarnos con el niño que llevamos dentro.
Muchos se vuelven tan indispensables, que al llegar a casa lo que deseamos es que se encuentren conectados. Estos personajes se convirtieron en las estancias del hogar de una familia, que tras una pantalla forma hermosos vínculos de amistad, muchos descubren el amor, y otro el reencuentro con ese sentimiento. Algunos entran solo para observar que se dice en el chat.
De todo esto solo una cosa lamento, que podamos hacer lazos tan fuertes de esta manera, sin mirarnos a la cara, ver el brillo de los ojos de quien nos escucha y nos da una frase amiga.
Gracias por entregarte sin esperar nada a cambio, y haberme dado tanto. Gracias por estar, y haber sido la mano presente que me dio coraje, para alzar mi rostro y mi mirada nuevamente a la esperanza de la vida. A mis amigos especiales mis amigos cibernéticos.
〝Siento alegría. No sé por qué, pero por encima de cualquier dificultad, siento alegría.〞
Por algunos instantes sentí que la gente que pasaba a mi alrededor me veía y sonreía, sin abrir los labios, para luego seguir su camino. Siento alegría. No sé por qué, pero por encima de cualquier dificultad, siento alegría. Siento, de vez en cuando, que soy el centro de la atención de buenos mensajes.
Siento que soy la destinataria de buenas nuevas, aunque no sepa, por ahora, cuáles son. Al abrir la puerta, siento una brisa que en vez de soplar, me susurra algo. Veo La hamaca en el patio; se mueve como si hubiese sido usada para agradar a alguien. Hace mucho rato nadie se queja, nadie llora, nadie pregunta.
A todos les ha dado por leer, por sonreír, por descansar en la hierba, por dormirse con la ventana abierta, como dejando de lado el miedo a la vulnerabilidad descubierta. 〝Parece que estoy en un paréntesis mágico, en un oasis, sin espejismos, que invita a aprovechar este minuto, esta hora, esta vida.〞
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