Créeme, cuando te cuente que arrastrarás contigo la huella de muy pocas personas, pero las que guardes, será lo único que te quede de ellas, muy a tu pesar. Créeme, que te sobrarán amigos y tendrás el espacio perfecto para guardar de por vida a los que tengas. Que los amores fugaces te harán brillar, los que no lleguen a ser, te harán más fuerte y siempre pensarás que ese, el de tu vida, lo dejaste escapar una mañana de Domingo.
Créeme, que cuando aprendas a contar lo bueno de tu vida, lo malo dejará de tener sentido, y sentirás nostalgia por aquellos momentos en lo que lo menos importante, era un agujero negro para ti. Créeme, que serán días contados los que el mundo gire sencillamente para que seas feliz. Cógelos, aprietalos fuerte y guarda esa sensación para los que no sean tan buenos.
Y créeme, que descubrirás que te queda la satisfacción de haber sido tan tú como ha sido posible, que cuando has querido, pusiste cada centímetro de tu corazón y que nunca te quedó hueco para odiar…por eso siempre regresabas a tus errores.
Y créeme, cuando algo te diga que es ahora, qué debes apostar, que debes arriesgar. Que un momento te pide respirar hondo y ser tan valiente como el mundo te deje. Créete, que las segundas oportunidades existen, que no hay nada perdido, que todo llega y que la ilusión es la droga más potente, la que te hace sentirte más vivo.