Hace falta aprender a AMAR porque en nuestro mundo falta mucho Amor, y hace falta volver a tender la mano y ofrecer algo para comer, para sobrevivir, y además un Sueño, un Ideal. Hace falta un Amor que nos haga vencer el miedo a dar, dar generosamente lo mejor que tenemos, dar una caricia, dar una sonrisa, dar dinero que casi es lo más sencillo, atención, tiempo, fe, confianza, lo que sea, pero dar.
Necesitamos el amor que nos limpie del barro del materialismo, ese que nos habla de recibir, de ser amados, hay que descontaminarse, y al dar y vaciarnos entrará de nuevo no solo el canto de los pájaros y de los ríos, sino las voces de los que sufren, y amarlos, y con ellos Amar la Historia, no la de los enfrentamientos sino la de las uniones, ¡ya basta de guerras!. Hace falta el amor que deja a los demás vivir en libertad.
Hay guerras, porque nos hemos olvidado de AMAR con mayúsculas, amar las esperanzas, las nuestras y las de los demás: los versos que nunca hemos escrito pero escribiremos, los besos que no hemos dado pero daremos, las oraciones que no hemos podido pronunciar pero que volveremos a poner la rodilla en tierra y los ojos en las estrellas, y nacerá el sentido sagrado de la vida. El amor que nos hace sentir, y encontrar de nuevo a Dios.