Puede que ahora vea todo muy negro, que no vea un futuro sin ti, pero tal vez es cuestión de tiempo, que solo me hace falta abrir los ojos y pensar con la cabeza y dejar a un lado el corazón y darme cuenta de que sin ti todo será mejor, de que alguien podrá llegar a quererme como tú no supiste hacerlo y que yo podré querer a alguien como te quise a ti. Hoy se acaba mi adicción a ti.
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Alguien podrá llegar a quererme como tú no supiste hacerlo y que yo podré querer a alguien como te quise a tí.
El amor duele y duele mucho y así será hasta el fin de los tiempos.
¿Por qué el amor duele? No lo sé a ciencia cierta, la menos indicada para hablar de amor soy yo, siendo una persona tan racional, jamás me permití dejar que mis emociones fluyeran, eso era para los débiles según mi filosofía, yo estaba por encima de eso, no permitiría que el sentir me redujera a una mujer llorando en un rincón por un amor mal correspondido.
Nadie esta exento de caer en el amor, nadie, ni el más fuerte. La maldición de todo ser humano se cumpliría, "el dolor del amor". De alguna u otra manera nos lastima y nos desgarra; el corazón se desespera y de pronto las lágrimas fluyen sin que podamos evitarlo y el maldito veneno de los celos nos ve vulnerables y aprovecha la baja guardia para venir y apretar aún más fuerte el corazón, le clava las uñas, lo hace sangrar y si puede sigue aplicando fuerza hasta romperlo en mil pedazos.
¿Por qué el amor duele? ¿Por qué no todo es felicidad y ternura? ¿Por qué nunca nadie podrá ver feliz a otro? Si alguien te ve feliz se dará a la tarea de desgraciarte la existencia. El amor duele y duele mucho y así será hasta el fin de los tiempos, de nada valdrá que te escondas, el amor te encontrara, para poder acabar con todo rastro de cordura en ti. El amor a veces nos lastima y nos desgarra el corazón.
Eso de que al final te acostumbras es pura patraña.
Pero no se ha acostumbrado a todo. Hace dos semanas dicen que gritó ante las estrellas del cielo rotundo que seguiría la bonita costumbre de permanecer enamorada del amor y de la sonrisa eterna. Lo prometió el día que llorando por dentro se dio cuenta que eso de que al final te acostumbras es pura patraña.
Esta noche necesito perderme en mi locura, en mis desordenes y mi cansancio, esta noche necesito permiso para el tropiezo, llenar mi cara de lágrimas y olvidarme hasta del motivo por el cual empecé a llorar.
Y aunque sangren mis heridas, solo tengo que vendarlas, apretar fuerte los dientes, respirar hondo y seguir. porque sino la vida desgraciadamente se para.
Te olvidé por 5 minutos.
Pasará, ¿y qué nos quedará?, un balance de fracasos velados un asco que alienta el cinismo una caída imparable hacia la mentira.
un balance de fracasos velados
un asco que alienta el cinismo
una caída imparable hacia la mentira.
Fragmento del Poema
De la escritora Española Ohma
Nuestra vida se compone en imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre.
Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones, como volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso nuestra vida se compone en imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre.
De decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. De fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir. Aunque mucha parte del tiempo nos la pasemos llorando.
He perdido la inspiración, mi musa a desaparecido.
Lo frío del ambiente domina los oídos esperanzados de quienes esperamos el sonido de una tecla, de una cuerda, de un acorde salvador. Pero nada. No ocurre nada fuera del rumor de la gente, del murmullo perenne.
Sólo baila la pluma sobre el papel la danza del aburrimiento. He perdido la inspiración, mi musa a desaparecido.
Recuerdo que tu y yo alguna vez conseguimos parar el tiempo.
Estar seguros, absolutamente seguros. Asegurar que los sábados son púrpuras y las aves de color turquesa. Estremecernos con los pasos de todos esos duendes que rozan nuestra piel sin querer, intentando no molestar mientras construyen a nuestro alrededor esta pequeña burbuja.
Sentirnos sanos y a salvo. Perder el tiempo y recuperarlo junto a tus pestañas. Besos y retratos con pintura de dedos. Sentir tu piel y notar cómo se eriza el vello poco a poco. Aspirar el olor de esa nube que se forma entre tu cuerpo y el mío, esa que nos asegura que no hay nada más allá.
Sentirnos uno. Vivirnos uno. Crearnos en uno nuevo. Soplar momentos y establecernos juntos. Y después, mucho después de todo eso: ser conscientes de que tu y yo alguna vez conseguimos parar el tiempo.
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