Veo como mis párpados se cierran. Veo como mis pestañas se mezclan con los suspiros que lanzan mis poros. Puedo sentir que a veces necesito callar, necesito calmar mi ritmo y meditar un poco más antes de hacer las cosas. Pero, no lo sé. Ahora no estoy segura de nada.
Sólo siento que quiero estar a tu lado, siento que quiero oír una segunda oportunidad que provenga desde tus labios, desde tus manos, desde tu corazón. Y es que no puedo seguir viviendo culpando a los demás de lo que me sucede, pues yo soy la única que maneja mi mente.
Nada ni nadie mas está dentro de mi cabeza, por lo tanto, yo soy la única responsable también de los buenos y malos momentos que suelen rodearme. Me cansé de una vez por todas de todo el daño que me han causado, y estoy dispuesta a salir adelante sin pensar mas en el pasado, sin pensar en lo que pudo haber sido, sin pensar en lo que pude haber echo.