Los gatos tienen también sentimientos humanos. A los gatos, por norma general, les suele encantar que les acaricien y parece ser que los humanos siempre estamos dispuestos a ello, para los gatos esto es un recuerdo materno, nuestras manos son como inmensas lenguas que los limpian al igual que un día lo hizo su madre.
También las caricias son una mezcla de olores, de esa manera el olor del gato se mezcla con el nuestro y así de paso nos marca como su territorio. "Por supuesto que se puede querer más a un gato que a un hombre. De hecho, el hombre es el animal más horrible de la creación." La elegancia quiso cuerpo y vida, por eso se transformó en gato.