Rezo todos los días a mi Dios personal, para que me dé fuerzas para salir de este maldito hoyo sentimental en el que me encuentro, que me ayude a cortar de una vez por todas con los lazos que me ciñen a ese sentimiento deprimente, pero sobre todo le rezo para que me quite el miedo a lo que vendrá, a ser feliz, a una nueva vida.
La parte "cruel" de ser humanos es que a veces creemos que las cosas nos pertenecerán por siempre y que aunque las hagamos a un lado estarán a nuestra disposición, cuando nos demos cuenta de que nos hacían falta o sintamos un vacío.
No importa que tan larga sea la relación, siempre dejará una marca imborrable en la persona que mas un día quisimos. Existe un momento en la vida en que te sientes más perdido que nunca: ese momento es el principio de un nuevo comienzo.