Me intriga cómo las líneas de la calle se pierden bajo la rueda, como la luna se mueve cuando nosotros lo hacemos, por qué el amor siempre debe doler en algún momento y por qué nos reímos cuando en verdad deberíamos llorar.
Salgo a correr cuando llueve sólo para sentir que si alguien llora no soy yo, sino el cielo desmoronándose sobre mis hombros. Camino y escucho música alegre aún en los momentos más tristes de mi vida para sentir que "Uno puede renacer de las propias cenizas de lo que a uno le hizo tanto mal un día." Gritar, yo gritaría por sentir esa adrenalina que corre por las venas cuando te subes a una montaña rusa o te roban un beso. ¡Cuando crees que el camino se termina te equivocas.!