El mundo es un lugar hermoso, y últimamente, mucha gente no puede pensar que sea así con todo lo que ocurre, pero tomate el tiempo para apreciar la belleza a tu alrededor en una hermosa flor, un arco iris después de una ducha de lluvia, una hermosa puesta de sol o un amanecer; cuanto más se aprecias la belleza a tu alrededor, más apreciaras la vida.
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¡¿Has escuchado un susurro entre el crujido de las hojas? ¿O te ha besado un solitario copo de nieve?. ¿Sabías, que La naturaleza es el escondite favorito de un ángel?!
Cuando el amor se va…. ¿Por qué duele tanto?
Cuando no te sientes correspondido. Cuando te deja un gran vació. Cuando sientes que tu alma se aleja. Cuando tu corazón deja de latir. Cuando nada a tu alrededor te llena.
Cuando todo parece nada. Cuando la distancia es inevitable. Cuando el amor se va. ¿Por qué duele tanto? ¿ Como saberlo? Dios como duele.
Hay sucesos en la vida que te marcan para siempre.
Hay sucesos en la vida que te marcan para siempre y supongo que lo que ocurrió aquel día me afectará siempre. Todavía no puedo hablar del tema, ni siquiera me atrevo a escribirlo, clara señal de que lidiar con todo eso no me resulta sencillo.
Sentada frente a la ventana, intento desvelar misterios que en realidad no quiero descubrir. Sé que hay lugares de la mente que no deben visitarse. Entonces me distrae un pequeño gorrión posado en el paraíso de mi vereda, y observo sus desplazamientos de rama en rama, mientras pregunto por millonésima vez ¿Cómo seguir? ¿Cómo hacer para reiniciar el vuelo?
Estar a su lado es burlar la muerte.
Un hombre con los ojos del color del tiempo, con un fulgor en la mirada que me provoca el deseo incontenible de mirarlo también a los ojos, disfrutando una lucha de colores y pupilas que se encuentran y se afrontan, se pelean y combaten para ver quién cede primero, acercándose y dilatándose al extremo, buscando el reflejo cada uno en el espejo del otro.
Y es color del tiempo el que se impone, dejándome quebrada, ciega y mirado hacia un costado, como pidiendo permiso para mirar y perdón por haber mirado. Saberlo cerca es sentirlo fuerte. Y estar a su lado es burlar la muerte.
Noches llena de desvelos.
Soñé que era feliz…
Como cada noche, desde hace unas cuantas noches, vencida por el sueño y tropezando con las puertas que me negaban el camino a la cama, llegué, por fin, sana y salva a mi dulce lecho.
Y como cada noche, desde hace unas cuantas noches, me dejé abrazar por el silencio, acariciar por las sábanas y comencé a sentir ese maravilloso estado de sueño en el que, no se sabe muy bien por qué, uno solo quiere dejarse llevar.
Y entonces, esa noche, como cada noche desde hace unas cuantas, comencé a soñar… Aunque esta vez el sueño era diferente al que había tenido cada noche desde hacia unas cuantas, era un sueño en el que me sentía feliz… Y de repente, y como por un extraño encantamiento, todos mis problemas habían desaparecido: me sentía bien, alegre, ligera, contenta, feliz.
Miraba a mi alrededor y solo veía campo, pero era un campo cortado, limpio, con un camino sinuoso que no tortuoso limitado por bancos de madera, por bancos que uno quisiera habitar.
Y de repente quise sentarme en uno de esos bancos, si, solo quiero quedarme allí y ver pasar la vida, sentir el aire, y la luz, y el sol y respirar y oler a hierba húmeda y a mar, y a hierbabuena y a tomillo quería quedarme allí.
Pero ocurrió algo extraño no supe bien por qué, el camino, ese camino que llevaba al mar me llamaba como un canto de sirenas, me hacia llegar hacia un lugar donde los girasoles llegaban hasta el final del horizonte, donde se escuchaba música y donde quería quedarme si en la ladera de una colina, un hombre tocaba la guitarra, y era un sonido conocido, era una canción conocida y era una voz conocida y yo quería quedarme allí, con él, escuchando esa música, sintiéndome bien quería cantar, gritarle al mundo que me sentía bien que era feliz.
Pero tampoco pude hacerlo no podía dejar de andar mis pasos me llevaban, uno tras otro, al mar, al horizonte, allí donde el olor era diferente, el aroma era azul inmenso, era tan fuerte que casi me impedía respirar y allí, al final del camino estaba mi casa una casa que me resultaba tremendamente familiar, cálida, acogedora una casa que olía a pan recién hecho y que me hacía sentir bien un lugar donde pareciera que hubiera vivido mil años ya.
Y allí, en el porche de mi casa, sentada en un balancín, mirando el mar, sintiendo el aire y el sol, relajada, tranquila, contenta, sentí que un hombre me abrazaba y quise esconderme entre sus brazos, oler su aroma, sentirme pequeña, niña, tranquila, protegida, feliz y así, en un balancín orientado al norte, en una casa pintada de color lavanda, abrazada por un hombre que me hacía sentirme bien, Soñé que era feliz.
Aquellas cosas que nos evitaron rechazos, pero que seguramente también nos evitaron momentos absolutamente felices, momentos que no van a volver más…
Y lo curioso es que los miedos de cada uno nos impiden, como muros propios y construidos por cada uno de nosotros, vivir momentos que pudieron ser especiales o no, pero que nunca más sabremos cómo hubieran sido sin sentir. ese mismo miedo que nos impide decir todo lo que sentimos, todo lo que pensamos, todo lo que queremos.
Y lo más curioso es que cuando las relaciones se terminan, cuando la gente se muere o se va, cuando no tenemos a ese alguien al lado, en ese momento es cuando nos arrepentimos de no haber hablado, cuando pensamos en aquellas cosas que nunca dijimos. Aquellas cosas que nos evitaron rechazos, pero que seguramente también nos evitaron momentos absolutamente felices, momentos que no van a volver más.
Tengo mil miedos. Soy insegura y me aterroriza ser rechazada o incomprendida. Es por ello por lo que muchas veces las cosas que nunca dije fueron más que las que sí verbalicé. Y creo, honestamente, que esto ha de cambiar, que tengo que hacer propósito de enmienda y comunicarme y no solo decir lo que pienso que no hará daño al otro, o lo que tengo claro que será bien acogido, sino que tengo que decir aquello que temo para alejar el miedo y para al menos saber lo que pasa cuando, en ese momento, con el pánico escénico recorriendo mi garganta, logre pronunciar aquellas cosas que nunca dije y al menos, sin dudas, de una vez por todas, sabré lo que piensa la otra persona.
!De repente unos besos me despiertan, y como el Ave Fénix resurjo de mis cenizas y al instante una sonrisa inunda mi corazón!
Nunca pude imaginar que un abrazo, una caricia o una mirada podían ser capaces de llenar tanto a una persona en momentos de vacío. Tampoco entiendo esos malos ratos donde el miedo se apodera de mi y siento que estoy al borde del abismo.
Espero que esta Primavera en Diciembre que de repente, y sin esperarlo, ha florecido en mi corazón dure mucho tiempo y aleje definitivamente la oscuridad. Y es que, a pesar de todo, por muy dolorosa y oscura que sea la noche al final el sol siempre vuelve a brillar.
Soy una más que día a día sufre el amor no correspondido.
Detrás de mi mirada fuerte, algunas veces enamorada, otras veces sonriente... ahí está él, ese dolor que no me deja despegar. Éste, sin dudas es la valija más pesada. Mi fortaleza trata de demostrar que superé mi pasado, mi desinterés es una gran mentira: es la mejor mentira que pude formular durante todos estos años. ¿saben porqué? porque no quiero que me vean llorar y sufrir, prefiero tener el corazón oprimido a punto de estallar y no decirle a la gente: "si, estoy sufriendo. No lo pude olvidar. No me perdonó haberlo perdido. No me perdono dejarlo ir cada vez más lejos. No me perdono no olvidarle.
No me perdono no haber sido lo suficiente para él. No me perdono no ser feliz con todo lo que tengo. terminando casi el año pudiendo decirte que no soy completamente feliz, que lloro en secreto, que me consuela ver reír a alguien a causa de mis locuras y que soy una más que día a día sufre el amor no correspondido.
🍻Brindaré al vacío alzando mi copa mientras mi sonrisa es arrastrada por el cansancio y el hastío, con mis ojos cerrados y una lágrima traviesa quemando el vacío.
El humo atraviesa mi interior, se mezcla con mis extrañas y las difuminada con la oscuridad. Con cada calada el pecho duele cada vez más, pero el cigarrillo es inagotable. Toso ligeramente y observo como la ceniza es expulsada en un gris artificioso y armónico contrastado por la luz del cigarro.
🍻Brindaré al vacío alzando mi copa mientras mi sonrisa es arrastrada por el cansancio y el hastío, con mis ojos cerrados y una lágrima traviesa quemando el vacío. Entonces caeré de rodillas mientras el vaso impacta herrando todo su interior. Lloraré, casi riendo, porque todo ha acabado de una vez por todas.
Lloraré, lloraré y lloraré, besaré tu saliva; y entonces me iré, para no volver nunca más. Las cosas cuando se acaban se acaban, y punto. ¿Qué oscuro placer encontramos en la sujeción de elementos rotos? Lo único que conseguimos es cortarnos mientras intentamos volver a recomponer las piezas de nuevo. Desvincularse no es una elección fácil. Pero el dos es un fiel compañero del uno.
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