¡Pensé que siempre estarías ahí para mí, que siempre serías la cura de mis penas y el pañuelo de mis lágrimas.! Pero al final todo pasa. Ya no sé que hay de cierto en todo lo que pasó, ¿Qué cuánto de todo eso fue por lo que sentías tú y no por lo que sentía yo?.
Hoy recojo la maleta de sentimientos, momentos y esperanzas puestas en una persona que nunca fue más de lo que pareció, sino más bien todo lo contrario. La lección de vida de esta historia es la que ya tenía aprendida y nunca se me debió olvidar: Que nunca nadie me querrá por encima de si mismo y por encima de sus intereses.
No se si fue anoche o esta mañana que pulsé el botón de "reset" que llevo incluido, y me sentó mejor de lo que esperaba. Está siendo el reinicio mejor llevado de mi vida, sinceramente. Podría decirse que incluso estoy orgullosa, aunque es pronto para llegar a esa conclusión. No se, necesitaba sentarme a pensar mis cosas.
Madurar un poco los hechos. Me puse a ello y ahora todo me parece distinto. Oigo las canciones, leo las notas y reviso el pasado y sonrío. Lo entendí de repente, sin explicaciones. Entendí que hay otra forma de ver las cosas, más libre, más abstracta. No hay cosas preconcebidas, ni planes.
Está el presente y el corto plazo, eso es lo único que me importa, disfrutar del momento, de las personas y de las circunstancias. Y ya no me preocupa en absoluto no poder encadenarme a una ilusión imposible. No.
Prefiero mil veces vivir lo que me depare esa oportunidad en el momento y ya. Sin más, si luego se vuelve no sabría que hacer, al igual que tampoco sabría por donde tirar si no lo hace. Ni lo se ni me preocupa. Y sonrío.
Hay días en los que me siento frágil, quiero volar hacia un nuevo lugar y olvidar. Creer que soy fuerte y capaz porque lo soy, eso creo... Quiero soñar y festejar la vida, sin problemas y males aunque sea solo por UN DÍA...
Quiero celebrar la vida como lo que es, una fiesta. Beber de la copa de la felicidad y emborracharme de la alegría de vivir. Brindar en buena compañía por todo lo bueno que está por venir y dar las gracias por los buenos recuerdos que acumulo en mi corazón. Vestir de forma acorde a la ocasión y disfrutar el momento como si fuera el último, para retener cada detalle de color en mis retinas.
Quiero vivir la vida y hacerlo despierta, no dormida. Tener la conciencia atenta para atender lo prioritario. Descubrir mi destino en compañía de buenas personas e ir sumando nuevas amistades conforme voy avanzando porque la fiesta de la vida tiene más sentido en compañía.
No me gusta bailar sola. Quiero que esta celebración no termine nunca. Seguir soñando hasta el infinito y hacer de esos sueños, un aliciente vital. Quiero celebrar la vida. Respirar el oxígeno de la alegría para llenarme de amor mientras la música sigue sonando sobre la pista de baile.
Componer cada día, la banda sonora de mi vida con una actitud optimista. La vida es una fiesta y se que de mi depende quedarme sentada mirando mientras los demás bailan o ponerme guapa, maquillarte, y disfrutar de su aventura como protagonista.
Todos los títulos buenos ya están cogidos y todas las palabras ya están dichas. A menudo, la Musa olvida que ya le contó ese mismo chiste a otro hace algún tiempo.
La excusa era el recuerdo. Echa la vista atrás, repasa tu vida, no te costará, todos lo hacemos a menudo. ¡No recordarás semanas completas, ni días, ni tan siquiera horas.
Recordarás momentos -más largos o más cortos- pero tan sólo momentos.!
!Dios!!! ¿Cuánto Te Amé, cuánto te amo y cuánto te amare?. Eres mi sol, mi media luna, mis noches en tinieblas, mi huracán, mi mar en calma. Tal vez estas palabras se escuchen corrientes pero es realidad. Pondría tu nombre en cada parte de mi cuerpo visible porque lo que tenemos en el corazón nadie lo puede ver.
Vienes construyes y de pronto lo destruyes todo. !Y saber que nos queremos tanto y que no podemos estar juntos, me corrompe, me destroza! No hay amor como el nuestro, somos únicos y tu y yo sabemos que esto no lo viviremos con nadie mas. Y ahí viene la segunda parte, donde debemos hacer feliz a la familia y nuestros padres.
¿Es una obligación..? ¿Y nosotros? .. ¿Dónde quedamos? Puedo llorar porque te has ido o puedo reír porque te he vivido, puedo cerrar los ojos y rezar para que vuelvas o puedo abrirlos para ver todo lo que hemos dejado. Tu corazón puede estar vacío o puede estar lleno del amor que compartimos. Puedes llorar, cerrar tu mente, sentir el vació o dar la espalda, o puedes hacer lo que te gustaría.. Sonreír, abrir los ojos, amar y seguir... ¿Sabes por qué aunque sea de lejos te cuido? Porque se que si un día mueres, ellos no me dirán nunca dónde está tu tumba.
Casi no respiro.. siento el aire pasar por mi rostro, como si no estuviera en este plano y pudiera ver todo desde arriba. Qué debo hacer con este vacío, lo único que llena mi vida. Debo ser feliz porque estoy viva, porque logré mucho, porque tengo amigos, porque existe el sol, porque alguna vez sentí el amor.
Solo tengo un deseo y es volver a sentirlo. No puedo vivir si no siento fuego en mi cuerpo. No puedo si no siento esas mariposas en mi vientre. Tampoco sin volar. Quiero volar como antes. Quiero volar con alguien que adore cruzarse en mi vuelo. Quiero vivir sin redes, pero atada a un corazón. Quiero vivir pensando que voy a morir de amor. Necesito de esa pasión como el aire que me falta. No voy a poder respirar hasta no volver a sentirla.
Solo espero. Miro mi habitación y no la reconozco. Creo que no estoy en ella, tal vez sea un sueño, esos en los que quiero despertar. Tal vez si no despierto, te vea en ese sueño y vuelvas a ser el que me hizo sentir mujer hasta la médula. Tal vez deba despertarme...y dejar de soñar. Tal vez es el momento de volver a vivir. Tal vez no debería haber vuelto a escribir.
Jurar nunca deberíamos. Muchas veces juré no volver y volví, muchas veces juré no irme y me fui, juré amar para toda la vida y olvide. Juré no volver a perdonar pero mentí, perdoné varias veces. Juré no volver a enamorarme y me volvió a pasar.
Y yo juré no volver a llorar y seguí llorando. Nunca le prometí a nadie un mundo, ni un hijo, ni una vida eterna y ser feliz a su lado. Tampoco he prometido nunca más de cuatro besos y dos medios abrazos.
Si no lo he hecho, quizás sea porque nunca nadie se lo haya merecido. O no, quizás sea yo soy la que no se lo merece. Las promesas significan todo, pero cuando no se cumplen las disculpas no significan nada.
En realidad nada ha cambiado, aquellas canciones me siguen diciendo lo mismo, el sol brilla con la misma intensidad, y todo lo que hace un tiempo despertaba con mucho ruido a esa manada de hormigas en mi tripa, sigue haciendo el mismo ruido y las mismas cosquillas.
Me pregunto dónde quedaron todos aquellos amores olvidados, las amistades perdidas, los trenes que dejamos de coger, las personas que nos apreciaban y que rechazamos, los buenos momentos vividos, las promesas que alguna vez hicimos pero que no cumplimos, los chismes que perdimos en alguna parte, y los besos que nos dejamos dar alguna vez.
Me pregunto dónde se han guardado, también, todos los recuerdos que desaparecieron de nuestra mente, y las palabras bonitas que nos dijeron y que se fueron con el viento, los deseos que pedimos a aquella estrella fugaz, y esas oportunidades que dejamos pasar tan a menudo. ¿Dónde quedó todo eso para poder recuperarlo?
Ya no queda más que la locura encerrada entre los abrazos de unos y otros. Ya nadie sabe lo que es sexo con amor ni hacer el amor sin sexo, y las caricias han quedado para regalarse los sábados por la noche junto a la publicidad del Vodka.
Ya solo se miran las faldas cortas, y las sonrisas exageradas que surgen del placer de recibir un piropo. Ya está de más preguntar por el ¿Qué te pasa? Y la gente se limita a preguntar por el ¿Con quién te has acostado?
Ya se han quedado atrás los días que hacíamos botellón de botella, y ahora uno se limita a mezclar vino, con cervezas y con chupeteo baratos, para ahogar las penas en alcohol que ni siquiera tenemos, pero que si exageramos.
Lloramos con las películas antiguas en las que el hombre se vuelve loco por la mujer, le regala flores, perfumes y la viste de Prada, la persigue hasta el final del mundo y ella lo espera en un puerto. Pero en la vida real no buscan nada más que una botella, una pena y un pene.
Parece que retrocedemos, en vez de avanzar y, por eso, el futuro estará formado por lo mismo. La vida de muchas de nosotras acabará consistiendo: en un consolador, un cóctel, y una película de amor basada en Titanic, cuyo argumento nunca se atreverá a llevarlo a su propia realidad. "Hoy en día todo es sexo". ¿Dónde quedó el amor en estos tiempos? ¿Acaso se los tragó la tierra?