No hay mas opciones que vivir, seguir, creer, no perder la esperanza de que vendrán tiempos mejores que compensarán las luchas que hemos asumido con fuerza, sin renegar por todo, sin rendirnos, sin renunciar.
Seguidores
Visitor
Mostrando entradas con la etiqueta Decisiones. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta Decisiones. Mostrar todas las entradas
No hay mas opciones que vivir, seguir, creer, no perder la esperanza de que vendrán tiempos mejores.
No hay mas opciones que vivir, seguir, creer, no perder la esperanza de que vendrán tiempos mejores que compensarán las luchas que hemos asumido con fuerza, sin renegar por todo, sin rendirnos, sin renunciar.
¡La culpa existe para recordarnos que no escaparemos de lo que salió mal. Será ese ángel malo que llevamos, no en el hombro, sino en la espalda, en los párpados, en las canas.!
Lo bueno de la culpa, es que salva; a los demás, claro, pero salva. En la medida en que llenemos nuestra mochila, seguramente descargamos a alguien más de ello.
La culpa no te deja soñar, estar, reír sin complicaciones. Está siempre ahí para dirigir nuestras nuevas acciones, nuestros nuevos proyectos que se emprenden para eliminar a la culpa, y terminan siendo un tremendo monumento a su majestad.
No sé si decidí ser siempre la culpable, o fue un regalito de alguien más. No sé si es voluntario o es el torcimiento de las responsabilidades huérfanas, que flotan en el aire, esperando a que llegue yo y las recoja, como la ropa del tendedero.
He aprendido…. que cuando te amarras a tu amargura, la felicidad amarrará en otro muelle.
He aprendido que cuando sólo una persona me dice:” Tú me alegraste el día”, me alegra el día. He aprendido que cuando te amarras a tu amargura, la felicidad amarrará en otro muelle. He aprendido que desearía haberle dicho a mi padre que lo quiero una vez más, antes de que falleciera.
He aprendido que cuando estás enamorado, se nota. He aprendido que ser bondadoso es más importante que tener la razón. He aprendido que nunca debemos rechazar el regalo de un niño. He aprendido que yo siempre puedo rezar por otro cuando no tengo las fuerzas para ayudarlo de alguna otra manera.
He aprendido que la vida es como un rollo de papel; mientras más se acerca a su fin, más rápido se acaba. He aprendido que deberíamos estar contentos de que Dios no nos dio todo lo que necesitamos.
He aprendido que el dinero no compra amor. He aprendido que las pequeñas cosas de todos los días hacen la vida tan espectacular. He aprendido que bajo la coraza más dura hay alguien que quiere ser apreciado y amado. He aprendido que el Señor no lo hizo todo en un día. ¿Qué me hace pensar que yo puedo?
He aprendido que cuando planeas vengarte de alguien, estás dejando que esa persona continúe hiriéndote. He aprendido que el amor y no el tiempo cierra todas las heridas. He aprendido que todos con los que te encuentras se merecen que los recibas con una sonrisa.
He aprendido que nadie es perfecto hasta que te enamoras de esa persona. He aprendido que la vida es dura pero yo soy más duro. He aprendido que las oportunidades nunca se pierden; alguien tomará la que dejaste pasar. He aprendido que debemos mantener nuestras palabras tiernas, porque mañana tal vez debamos masticarlas.
He aprendido que una sonrisa es una forma muy barata de mejorar la presencia. He aprendido… que no puedo decidir cómo me siento, pero sí puedo decidir qué voy a hacer al respecto. He aprendido que mientras menos tiempo tengo disponible, más cosas termino.
He aprendido que la mujeres alegran a los hombres y los hombres alegran a las mujeres, pero siempre cuando ambos se tratan con cariño.
He aprendido que entregar amor a todos es mi mejor arma y deseo compartirla. Hoy he aprendido que cuando dos se quieren, además son amigos. Hoy he aprendido que reír me hace bien y ser alegre es contagioso. Hoy he aprendido que querer es hermoso y amar es divino.
Hoy he aprendido que dos pueden ser uno. Hoy he aprendido que ser positivo es usar mi inteligencia. Hoy he aprendido que todos tienen capacidad de amar, pero algunos aún no lo saben. Hoy he aprendido que volar es hermoso y que se puede hacer sentado.
Hoy he aprendido que sentir tiene varias escalas y algunos no sabemos subir algunos peldaños. Hoy he aprendido que los sentidos se desarrollan y también se atrofian. Hoy he sentido que la vida es corta y hermosa y que deseo compartirla.
Tomado de las redes sociales.
Es hora de tocar una canción nueva.🎶🎵🎷 Romper el cristal de la costumbre. Patear el tablero, borrón y cuenta nueva.
Una y otra vez se repite la misma historia. Una figura que se repite hasta aburrirte. La misma canción que se escucha una y otra vez hasta cansarte.
La misma escena una y otra vez hasta enfurecerte. Harta de vivir siempre lo mismo. Es todo como si fuera un gran "déjá vu", es como si todo lo que te pasa ya lo hubieras vivido.
Hay que salirse del libreto, hacer algo distinto. No seguir girando en falso como disco rayando,. es hora de tocar una canción nueva.🎶🎵🎷Romper el cristal de la costumbre.
Patear el tablero, borrón y cuenta nueva. Para que la vida no sea un permanente "déjá vu" hay que barajar y dar de nuevo, rodar con la vida, asumir los desafíos, con miedo, con pánico.
Pero confiando que buscar algo diferente y no repetir la historia es una forma de estar vivos.
¡Me falta tanto por aprender que quiero jugármela habiendo pensado bien lo que quiero.!
Fue ahora que me detuve a pensar eso y me di cuenta que hay algo en mi corazón que me da tranquilidad. No se que pasará después y qué pasará conmigo y con lo que siento... pero de algo estoy segura: Que en esta vida hay tiempo para todo, tarde o temprano hay tiempo para todo.
Tiempo para pensar, tiempo para dejarse llevar por la pasión y solo escuchar al corazón, tiempo para enojarse con la vida por hacernos la vida misma complicada, tiempo para llorar por las cosas que queremos, tiempo para luchar por aquello que esperamos desde hace mucho tiempo y tiempo para ser feliz... el tiempo sobra.
Me va a sobrar el tiempo para poder pensar bien, me falta tanto por aprender que quiero jugármela habiendo pensado bien lo que quiero. No me quiero dejar dominar por la maldita desesperación y la estúpida ansiedad que solo me priva de vivir los momentos lindos y malos como se merecen. ¡Ya es tarde para pensar en lo difícil, recuerdo todos los días mi dolor y por esa razón quiero aprender a ser feliz.!
¡Me levantare y no mirare que es lo que falta, sino todo lo que tengo. De eso se trata vivir.!
Quiero matar a cada uno de los miedos que tengo, para poder caminar sin tropezar nunca más. Percibo luces, y se que en mi interior hay muchas más. Cada gota de sangre que derrame hoy, es una señal que me recuerda que no debo ir por ese camino. Tengo todo el tiempo que necesite, solo me falta entregarme por completo a esta fantasía de vivir con alegría.
El sol quiere aparecer y yo aun sin dormir. No siento cansancio, no siento miedo. Siento ganas de correr, escapar por el cielo. Me orientare como pueda. Dejare caer desde lo más alto todos esos recuerdos que me hacen mal, y vomitar cada vez que sea necesario el dolor mezclado con miedo de sentirme perdida. Cuando me siento desahuciada, siempre alguien aparece, compartiendo mi dolor.
Y hoy podré dar una mano, para caminar por el abismo, sin buscar saltar. Lucharé con todo lo que se me presente, mientras que no sea mi reflejo porque hoy por hoy es mi peor enemigo.
Aunque confieso que quiero encontrar el método para dejar de sentir temor frente a el mi reflejo, y poder darle mi espalda para que vea que mis ojos no le dan importancia. Aquí estaré hasta que deba partir. Mis ganas no me hacen alejarme, ni quiero hacerlo. No será el mejor escenario, pero es donde empezara la función.
Siempre queda curiosidad de releer páginas del libro de nuestra vida.📕
De vez en cuando lo hago y aunque se me escape alguna lágrima y empape con su salitre sus hojas, al final la sensación que me queda es de buen sabor en el alma, ya que a la vez que leía me iba dando cuenta que he ido avanzando hoja tras hoja, paso tras paso, hasta conseguir escribir su final, y cerrarlo definitivamente. "No podemos arrancar una página del libro de nuestra vida, pero podemos tirar todo el libro al fuego".
En algún momento debemos dejar de pensar y empezar a actuar de lo contrario, corremos el riesgo de quedarnos en el mundo de los sueños para siempre.
No exponerse a los fracasos, a los errores, a las decepciones, a los azares adversos, al dolor, eso es una decisión, pero arriesgarse es perder pie por un tiempo, pero no arriesgarse es perder la vida por completo.
Arriesgar es desprenderse de lo conocido y seguro y aspirar a algo que creemos que es mejor que lo que poseemos en la actualidad, o por lo menos, necesario para sobrevivir. "Sólo si nos arriesgamos seremos libre internamente… o por lo menos ya estamos en el camino porque es en esos momentos de riesgo es donde nuestra mente se abre y nuestro corazón crece."
No sólo no podemos hacer nada para que nos quieran, sino que tampoco podemos hacer nada para dejar de querer.
no hablo de sexo cuando hablo de amor,
no hablo de emociones que sólo existen en los libros,
no hablo de placeres reservados para los exquisitos.
No hablo de grandes cosas.
Hablo de una emoción capaz de ser vivida por cualquiera,
hablo de sentimientos simples y verdaderos,
hablo de vivencias transcendentes pero no sobre humanas,
hablo del amor tan sólo como querer mucho a alguien.
Pero, ¿qué estamos diciendo cuando decimos “Te quiero…”?
Yo creo que decimos: “Me importa tu bienestar”.
Nada más, ni nada menos.
Cuando quiero a alguien, me doy cuenta de la importancia
que tiene para mí lo que hace, lo que le gusta y lo que le duele…
“Te quiero” significa, pues, me importa de ti;
y “te amo” significa me importa muchísimo.
Y tanto me importa que, cuando te amo, a veces priorizo
tu bienestar por encima de otras cosas que también
son importantes para mí.
Esta definición conducirá a la plena conciencia de dos hechos:
no es verdad que te quieran mucho aquellos a quienes
no les importa demasiado tu vida, y no es verdad
que no te quieran los que viven pendientes de lo que te pasa.
Repito: si de verdad me quieres: ¡te importa de mí!
Y por lo tanto, aunque sea doloroso aceptarlo,
si no te importa de mí, será porque no me quieres.
Esto no tiene nada de malo, no habla mal de vos que no me quieras,
solamente es la realidad, aunque sea una triste realidad.
Hay muchas cosas que yo puedo hacer para demostrar, para mostrar,
para corroborar, confirmar o legitimar que te quiero,
pero hay una sola cosa que yo puedo hacer con mi amor,
y es quererte, ocuparme de vos, actuar mis afectos
como yo los sienta. Y como yo lo sienta será mi manera de quererte.
Tú puedes recibirlo o puedes negarlo, puedes darte cuenta
de lo que significa o puedes ignorarlo .
Pero esta es mi manera de quererte, no hay ninguna otra disponible.
Querer y mostrarte que te quiero pueden ser dos cosas distintas
para mí y para ti. Y en estas, como en todas las cosas,
podemos estar en absoluto desacuerdo sin que necesariamente
alguno de los dos esté equivocado.
Cuando alguien te quiere, lo que hace es ocupar una parte de su vida,
de su tiempo y de su atención en ti. Cuando alguien te quiere,
sus acciones dejan ver claramente cuánto le importas.
Yo no creo que el amor sea un espacio de sacrificio.
Yo no creo que sacrificarse por el otro garantice ningún amor,
y mucho menos creo que esta sea la pauta que reafirma
mi amor por el otro.
El amor es un sentimiento que avala la capacidad para disfrutar
juntos de las cosas y no una medida de cuánto estoy dispuesto
a sufrir por ti, o cuánto soy capaz de renunciar a mí.
A medida que recorro el camino del encuentro, aprendo a aceptar
que quizás no me quieras.
El afecto es una de las pocas cosas cotidianas que no depende sólo
de lo que hagamos nosotros, ni exclusivamente de nuestra decisión,
sino de que, de hecho, suceda. Sucede o no sucede, y si no sucede,
no hay manera de hacer que suceda, ni en mí ni en ti.
Si me sacrifico, me mutilo, y cancelo mi vida por ti,
podré conseguir tu lástima, tu desprecio, tu conmiseración,
quizás hasta gratitud, pero no conseguiré que me quieras,
porque eso no depende de lo que yo pueda hacer.
No sólo no podemos hacer nada para que nos quieran,
sino que tampoco podemos hacer nada para dejar de querer.
(Jorge Bucay).
¿No se trata de eso la vida? ¿De decir Sí, de avanzar, de vivir?
Vivimos entre el "Si" y el "No". Optar entre uno o el otro quizás sea una decisión comprometida. Hay veces en que la diferencia entre decir "Sí" o decir "No", puede ser determinante y modificar nuestra vida, para bien o para mal. El "No" lo tenemos seguro, eso decimos para infundirnos valor, decimos "No" de manera casi constante. Pero, a veces, decimos "Sí" sin medir las consecuencias, y en ese instante todo cambia.
Pero, ¿No se trata de eso la vida? ¿De decir "Sí", de avanzar, de vivir? El "Sí" compromete, exterioriza aspiraciones, es señal de que en ocasiones algo falta. Podemos decidir que todo siga siendo "No", o animarnos al "Sí" y sumergirnos en la vida, esa vida que vivimos obstaculizando más o menos todo el tiempo con el "No". Por supuesto y soy una convencida de que saber decir "No" es necesario y se requiere de mucho valor para expresarlo. Tampoco es cuestión de andar por la vida con el famoso "Sí" fácil, pero !Cuanto amor hay en un Sí a tiempo!.
Si perdonas demasiadas veces, la gente se acostumbra a lastimarte.
¿Pero qué sucede cuando eres tú el que debes, supuestamente, "entender" a quien te hizo daño?. ¿Cómo se logra reconciliar y reunir la desilusión, con la grandeza de perdonar?. En este momento, me es imposible actuar, ni pensar con racionalidad, como siempre solía hacerlo. Tengo el "corazón" tan adolorido que, por ahora, sólo me concentro en reunir las fuerzas para que siga latiendo, sin siquiera pensar para intentar obtener respuestas ni menos buscar razones.
Supongo, que eso quedará para después, cuando sea capaz de analizar las cosas, sin sentir que me falta el aire con cada trozo de recuerdo, con cada imagen que se viene a mi mente.
¿Perdonar?. Creo que, primero, debo perdonarme a mi misma y dejar de sentirme como una tonta ilusa... Tal vez, ese sea el primer paso. "Si perdonas demasiadas veces, la gente se acostumbra a lastimarte"
Mi camino es incierto pero al final es mi camino.
Cosas en la vida, que a veces parecen muchas vidas, cierro los ojos, y miro las huellas de la vida, alzo mi voz, cierro lo ojos, encuentro también el silencio pétreo, por el camino hay auroras que la temprana luz que del día desliza y atardeceres en el preámbulo de la noche cobijan, hay veredas de luz y ríos de sombras, llegadas y partidas.
Impulsivo, no pudo dejar de seguir al corazón, detrás de lo que siento, aunque al final lleve a mi vida a sentimientos encontrados; siempre hay días que intuyo: por venir, sin saber que traen si bien o si mal, cayendo sobre mi alma. Más dejarlos de vivir no puedo.
Me abrazo a la vida, sabiendo que traerá en ocasiones puntas de acero, otras dulces sentimientos, sin embargo, mi razón con razón, o sin razón, se deja llevar, y no pierde su andar, ese paso inquieto, esa huella continua, el correr por la vida, el sentir, con miedo, con amor, con pasión, con ansia, con ilusión, con deseo, ese paso perenne, que va marcando mi vida, ese paso que va haciendo camino, quizás un camino incierto pero al final mi Camino.
Seguir siguiendo al corazón y coquetear con la intuición, seguir creciendo y esquivando las rutinas. Seguir soñando en un rincón, seguir creyendo que hay un Dios que me endereza de un tirón la puntería. Siempre voy detrás de lo que siento, cada tanto muero y aquí estoy... -Autor: R.C. de Interés
Que nadie te ate. Que nadie te obligue. Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar.
Decimos que no, cuando queremos decir que sí. Nos callamos cuando queremos gritar y gritamos con todo cuando deberíamos cerrar la boca. ¿Por qué ? Después de todo sólo vivimos una vez. No hay tiempo de tener miedo. Entonces basta.
Haz algo que nunca hiciste. Atrévete. Olvida que te están mirando. Intenta la jugada imposible. Corre el riesgo. No te preocupes por ser aceptado. No te conformes con ser uno más. Que nadie te ate. Que nadie te obligue. Sé tú mismo. No tienes nada que perder y todo, todo, todo por ganar.
Muchas veces creemos en el destino, rezamos, esperamos que las cosas pasen, olvidando lo más importante, ¡Creer en nosotros mismos!. Nos conformamos en vez de arriesgarnos, sin pensar que cada día que pasa nunca volverá. Nada está escrito, nada está hecho, ni siquiera lo imposible. Todo depende de nuestra voluntad.
De esa fuerza que nos sale de adentro. De decir "si puedo" a cada desafío. Tenemos el poder cuando estamos decididos, cuando de verdad queremos algo, no hay obstáculo capaz de imponerse si queremos podemos llegar alto, hacer lo que sea... Sólo hay que proponérselo. Si sueñas con ser el mejor del mundo...Si sueñas con los aplausos... Si sueñas con ganar campeonatos... !Despiértate!
Cada minuto que pasa cuesta mas seguir soportando este dolor.
Pero como en todo cuento siempre hay un final feliz se puede pensar que esta es una de esas maldiciones que terminan antes de empezar, sin embargo te das cuenta que estas en la vida real y muy pocas historias terminan bien y en ese momento que caes en la realidad, poco a poco empiezas a ver como ese paisaje teñido de colores cálidos empieza a tomar un color opaco y en escala de grises y te empiezas a desesperar y cada minuto que pasa hace que te sientas un tanto sin vida y te dan ganas de terminar con todo esto y ver si es verdad que hay otra vida en la que podes volver a empezar y tratar de mejorar.
Cada minuto cuesta mas seguir soportando este dolor, esta vez este momento es mas duro que otros y si me tengo que disculpar con alguien por esto, sería únicamente y nada mas que conmigo, por no poder seguir peleando un rato mas esta vida.
Pero si de verdad no puedo volver a continuar voy a estar feliz con la decisión que tome porque me acerca a la libertad sea lo que sea que halla después de esto. No se puede volver a repetir una misma película 2 veces pierde todo y eso me esta pasando a mi, no quiero que nadie me comprenda y entienda solo que no me juzguen soy una de las tantas que no pudo aguantar y seguir levantándose después de caer.
¡Pensé que siempre estarías ahí para mí, que siempre serías la cura de mis penas y el pañuelo de mis lágrimas.!
¡Pensé que siempre estarías ahí para mí, que siempre serías la cura de mis penas y el pañuelo de mis lágrimas.! Pero al final todo pasa. Ya no sé que hay de cierto en todo lo que pasó, ¿Qué cuánto de todo eso fue por lo que sentías tú y no por lo que sentía yo?.
Hoy recojo la maleta de sentimientos, momentos y esperanzas puestas en una persona que nunca fue más de lo que pareció, sino más bien todo lo contrario. La lección de vida de esta historia es la que ya tenía aprendida y nunca se me debió olvidar: Que nunca nadie me querrá por encima de si mismo y por encima de sus intereses.
No hay cosas preconcebidas, ni planes. Está el presente y el corto plazo, eso es lo único que me importa, disfrutar del momento
Madurar un poco los hechos. Me puse a ello y ahora todo me parece distinto. Oigo las canciones, leo las notas y reviso el pasado y sonrío. Lo entendí de repente, sin explicaciones. Entendí que hay otra forma de ver las cosas, más libre, más abstracta. No hay cosas preconcebidas, ni planes.
Está el presente y el corto plazo, eso es lo único que me importa, disfrutar del momento, de las personas y de las circunstancias. Y ya no me preocupa en absoluto no poder encadenarme a una ilusión imposible. No.
Prefiero mil veces vivir lo que me depare esa oportunidad en el momento y ya. Sin más, si luego se vuelve no sabría que hacer, al igual que tampoco sabría por donde tirar si no lo hace. Ni lo se ni me preocupa. Y sonrío.
Nuestra vida se compone en imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre.
Hay cosas que no podemos explicar con simples palabras. Cosas como seguir vivos, sentimientos como el amor y el compromiso, o sensaciones, como volver a abrazar a un amigo. Quizá por eso nuestra vida se compone en imágenes, momentos congelados en el tiempo para siempre.
De decisiones que cambian sin remedio el rumbo de las cosas. De fotografías fijas guardadas en la memoria que nos recuerdan cada segundo lo hermoso que es vivir. Aunque mucha parte del tiempo nos la pasemos llorando.
Con los recuerdos no se sale a tomar café 🍵 ni se va de tiendas. Los recuerdos no fuman cigarrillos 🚬 ni comen chucherías.
Que un recuerdo está destinado a morir.
Que tarde o temprano otro ocuparía su lugar.
Y no, no quería ser un recuerdo.
Un estúpido recuerdo.
Los recuerdos no se tocan ni se besan.
No se puede hablar con los recuerdos, ni bromear con ellos.
Con los recuerdos no se sale a tomar café 🍵 ni se va de tiendas.
Los recuerdos no fuman cigarrillos 🚬 ni comen chucherías.
Los recuerdos no hacen nada, por eso se convierten en nada.
Decidí que no quiero ser su estúpido recuerdo,
porque terminan siendo sólo chispas de un pasado
que quisieran conectarse con el presente.
Revolver el pasado es sentirme estúpida por las decisiones que no-tomé. Es darme cuenta que las cosas podrían ser distintas si hubiera actuado diferente.
Revolver el pasado es sentirme estúpida por las decisiones que no-tomé. Es darme cuenta que las cosas podrían ser distintas si hubiera actuado diferente. Es aumentar mi odio y restar autoestima. Es saber que no puedo retroceder, porque el botón de rebobinar en realidad nunca existió. Revolver el pasado es algo que no debería hacer, pero tengo botones que quedaron sin coser.
Es sorprenderme de que las cosas se dan vuelta constantemente. Es sentir que esto jamás va a terminar y no saber que hacer para no soltar ni una patética lágrima más. Creeme, pensar en el pasado es asumir el tamaño del vació. Es convertirme de nuevo, como dijo un amigo en esa cosa boluda y llorona que siempre temí volver a ser.
Honestamente, me canso de mi misma. No quiero tener tiempo para caer como siempre. Y tan irónico es todo, que esta vez fui yo la que pedí vacaciones, pero que más da, Papá Noel no existe y mis deseos jamás fueron ordenes.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)