A veces las personas positivas también nos merecemos un instante de flaqueza.
El berrinche se me ha pasado y la luz regresa a mi camino. La positividad vuelve a mi mente y paso página para continuar mi historia. ¡Qué coño! Ahora voy a ser más optimista que nunca, veo las cosas de forma más objetiva y con más claridad. Me ha sentado genial este momento, porque los optimistas también lloramos, muy de vez en cuando.. Y todos nos merecemos un momento de flaqueza.
Querida mía:
ResponderEliminarNo podría ser más acertada tu entrada y no podría identificarme más. A menudo me encuentro con que se me riñe por estar triste, ya que por ser positiva todo el mundo parece esperar que siempre esté sonriendo y no entienden que todos necesitamos ese día de lamento o pena. Muchos besos linda